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Ricardo Castro, el compositor desconocido

Su nombre es popular entre los duranguenses pero pocos conocen su historia y legado.

Ricardo Castro, el compositor desconocido

Ricardo Castro, el compositor desconocido

MARA GÜERECA

Uno de los teatros más importantes de la ciudad lleva su nombre, incluso se hizo lo mismo con un festival para rendir tributo a quien es considerado uno de los músicos más sobresalientes del país, Ricardo Castro.

Aunque su nombre es conocido entre los duranguenses tanto por el recinto cultural y la difusión del evento artístico, irónicamente su legado parece quedar en el olvido y ser aplaudido solo por unos cuantos.

Así lo demostró una breve encuesta realizada por El Siglo de Durango a 20 personas de entre 14 y 40 años de edad en las principales calles de la capital.

Todas afirmaron haber escuchado sobre Ricardo Castro: poco más de la mitad lo relacionó en el aspecto musical pero desconoce su obra y la magnitud de su legado; el resto solo ubica el nombre.

UN COMPLETO DESCONOCIDO

La falta de interés hacia la música clásica y la escasa difusión de las obras del pianista y compositor duranguense, son factores que han llevado a hacer de Ricardo Castro un completo desconocido desde la perspectiva de otros artistas y promotores culturales de la ciudad.

“Este tipo de desinformación se da porque falta que la difusión, en ese sentido de quiénes son nuestros principales valores, sea más regular, más constante, que se realicen dentro de los eventos, sobre todo en el Festival ‘Ricardo Castro’ donde tiene que ser un tema recurrente, que exista un concierto, incluso un concurso donde se den a conocer los méritos de Ricardo Castro”, fue la opinión del artista Carlos Cárdenas al ser cuestionado sobre las posibles causas de dicho desconocimiento y que desde su punto de vista en situaciones más graves lleva a que las personas “no sepan de quién se está hablando”.

La pianista Andrea Zaldívar, quien ha dedicado parte de su trayectoria a rescatar y difundir las obras de Ricardo Castro en el estado y fuera de él, compartió una hipótesis similar a la de Cárdenas.

“Creo que se debe a que, aunque se realizan eventos con el propósito de difundir dicha información, los institutos destinados a dar publicidad no lo hacen, prefieren difundir eventos de cuestión popular que ‘vendan’ y se deja de lado la cultura y el arte. Se invierte mucho en la cultura popular, lamentablemente, dejando de lado cuestiones artísticas de una gran importancia, en este caso la información de artistas que son de Durango como Ricardo Castro, de ahí que un festival “de las artes” lleve su nombre cuando tal vez ni los organizadores sepan de quién se trata, lo cual a mí me parece muy triste por la riqueza que se pierde al no fomentar las verdaderas artes”.

EXCLUYEN A RICARDO DE SU PROPIO FESTIVAL

Las opiniones anteriores surgieron a raíz de una observación: de entre las más de 100 actividades programadas para el Festival de las Artes ‘Ricardo Castro’ 2016, ninguna está vinculada a la obra del pianista.

“Para comenzar esta crítica, a la cual tengo derecho simplemente por el hecho de ser artista y ser un tema vinculado con la materia que desempeño, hago notar que el primer error notable consiste en llamar al festival ‘Ricardo Castro’, por la simple razón que en su gran programación de más de 100 eventos, no se contempla para nada algo minúsculamente relacionado con la difusión de su obra o vinculado a su labor artística. Ante ese detalle, creo que es injusto llamar a un festival con el nombre de una persona notable si no se le pretende homenajear, puesto que no se trata de hablar de una marca registrada, y más lamentable es aún que este festival no sea un vehículo para que los duranguenses conozcamos la importancia de este artista duranguense”, fueron las palabras del pianista y director orquestal Miguel Ángel Burciaga Díaz, mismas que difundió en redes sociales.

PUNTOS CLAVE: EDUCACIÓN Y DIFUSIÓN

Fernanda Rangel, directora del Centro Revueltas CORE, cree que el problema radica en la educación y que “hay poco interés en el trasfondo de las cosas, en el conocimiento de lo que hay en la región”, haciendo referencia a aspectos como la gastronomía, artesanía, al canto cardenche y por supuesto, a los propios artistas.

Explicó que fomentar una educación cultural desde temprana edad es clave para combatir este problema y así permitir que la difusión, no solo de Ricardo Castro sino de otras figuras, llegue a ser por herencia oral, de generación a generación.

Para el artista visual Ricardo Milla, la cuestión no es el nombre de un evento o festival sino el contenido.

“Regularmente los organizadores de los festivales culturales utilizan los nombres de artistas locales que trascendieron su ámbito para bautizarlos así. Por un lado creo que está bien, ya que me recuerda una frase que escuché y decía que las personas morimos dos veces: la primera cuando dejas de respirar y la segunda cuando alguien pronuncia tu nombre por última vez. Lo que nos conduce a que nombrar estos festivales como grandes artistas que enriquecieron el parque cultural de una ciudad, estado y/o país me parece positivo. Pero creo que también es importante, como complemento, retomar o realizar relecturas de las obras del creador, o creadores en cuestión”, comentó a este medio.

Hipótesis y cifras que intentan esclarecer ese olvido al que el músico durangueño es sometido directa o indirectamente, pero que permiten cuestionar si realmente se honra el legado del genio en el piano, de Ricardo Castro.

¿QUIÉN FUE RICARDO CASTRO?

Uno de los músicos, compositores y pianistas más destacados del país llevó por nombre Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera, mejor conocido como Ricardo Castro.

Originario de Nazas, Durango, desde temprana edad mostró un gran talento musical. Años después, él y su familia se mudaron a la Ciudad de México, donde ingresó al Conservatorio Nacional de Música, a la edad de 13 años, y ese fue el inicio de la historia de quien es considerado “el último romántico del Porfiriato”.

París, Berlín, Londres, por mencionar algunos países, recibieron con los brazos abiertos las composiciones de Ricardo Castro y hasta la fecha continúan interpretándose en otras partes del extranjero y claro, en la República Mexicana.

Entre sus obras más conocidas se encuentran ‘Atzimba’, el vals ‘Capricho’, ‘La Leyenda de Rudel’, ‘Don Juan Austria’ y ‘Satán Vencido’.

El compositor durangueño, quien también fungió como director del Conservatorio Nacional de Música y Declamación, murió el 28 de noviembre de 1907.

Su legado fue motivo para que en 1952 el Teatro Principal cambiara su nombre a Teatro Ricardo Castro, recinto cultural donde también se colocó una escultura en bronce en su honor, en 1990.

Escrito en: Ricardo Castro Ricardo, nombre, festival, Castro

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