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120 aniversario de la Fábrica de Nieve 'Chepo'

120 aniversario de la Fábrica de Nieve 'Chepo'

120 aniversario de la Fábrica de Nieve 'Chepo'

JOSÉ JESÚS VARGAS GARZA

Desde el año de 1894 en Cd. Lerdo, Dgo., se inició el negocio de la nieve de sabores, y la gente de antaño la solicitaba en el Hotel Bella Unión, propiedad de Emilio Hellión, donde existía una marquesina que anunciaba el delicioso manjar como ¡Helados parisienses!, lugar atendido por el Sr. Henry (Anri), afamado expostero y dulcero en las principales ciudades de Francia: exquisitos sabores de vainilla, limón, naranja, fresa, piña, frambuesa, grosella, moka y ponche romano, Lerdo en ese tiempo vivía a la ¡denier eri!

En aquel tiempo este lugar recibía numerosas personas que venían a buscar fortuna de algunos estados del país, y precisamente en el mes de Agosto de 1896, llegó un hombre de Jerez, Zacatecas y sus familiares, quien había tenido la idea de elaborar nieve de frutas; pero como en esa tierra que lo vio nacer el frío es constante y extremoso, buscó un pueblo donde el clima fuera benigno para venderla y con el producto sacar el sustento diario para la subsistencia del hogar, ese fue el Sr. José Trinidad Morales, quien desde un principio se instaló en la naciente Ciudad de Lerdo, en una casa de renta ubicada por la calle Bravo, entre la Lerdo (Hoy Juan E. García) y Juárez.

Una vez que tomó residencia en Cd. Lerdo, Dgo., inicia la elaboración de la sabrosa nieve conocida como de garrafa, utilizando un barril de madera y un bote cilíndrico metálico, poniéndole al alrededor hielo picado y sal, que movía en forma manual hasta convertir el líquido en nieve. Empezó únicamente con dos sabores de limón y de vainilla. De tal manera que salió a las calles utilizando un carrito de mano con dos ruedas, que había traído desde Jerez, en el cual ofrecía sus productos a la venta al público en general. Con el tiempo y siendo muy joven José Trinidad se casó en 1901 con la Srita. Cecilia Cervantes, dama de Lerdo, teniendo como fruto de su matrimonio 4 hijos que nacieron en Lerdo, con los nombres de María Guadalupe, nació el 12 de octubre de 1903, María, en 1905, María Benita, el 3 de abril de 1907 y José, el 10 de abril de 1909, siendo éste último el único varón.

Con el tiempo José Trinidad fue ahorrando algunos recursos producto de las ventas, con los cuales adquirió una propiedad el día 11 de octubre de 1907, consistente en una casa habitación, al Sr. Eugenio San Miguel a un costo de 620.00 pesos de aquel entonces; la finca se componía de varios cuartos, pasillos, patio y corral, contando con una superficie de 332 metros cuadrados, teniendo el terreno medidas irregulares, de 12 metros de frente y 20 metros 30 centímetros de fondo, ubicada por la calle Zaragoza 332 norte de Lerdo.

Este pequeño emprendedor productor de nieve, le tocó vivir en 1910 el tiempo de la Revolución Mexicana, surgiendo la toma del pueblo primero por los revolucionarios maderistas, luego los soldados del ejército federal. Motivo por el cual en Lerdo sus habitantes constantemente estaban en zozobra y con miedo por las distintas batallas que protagonizaban. En ese sentido numerosos habitantes salieron para otras ciudades donde hubiera tranquilidad, y los moradores que se quedaban sufrieron las levas que realizaba el ejército federal, pues éstos tenían la costumbre de realizar levas con los hombres jóvenes para llevarlos a los combates, en tal virtud José Trinidad hizo una excavación en el patio de su finca un tipo de túnel subterráneo y techado para esconderse junto con un primo hermano de apellido Estrada.

En la casa habitación José Trinidad Morales elaboraba la nieve, quien muy de mañana preparaba el líquido compuesto de agua, azúcar, limón y vainilla, luego lo vaciaba al cilindro metálico, y lo colocaba en el barril de madera, y le daba vueltas sobre el hielo picado y sal, una vez lista la nieve tomaba el carrito y lo rodaba por el empedrado de las calles, así fue como trabajo por varios años. Ya una vez reconocido el producto de la nieve por los clientes, logra establecerse en la esquina oriente de la calle antigua de Reforma (hoy Madero), de la Plaza Principal en forma provisional, donde coloca el carrito, el barril de madera y dos cilindros de nieve, conservaba con el hielo picado y sal. En este sitio le resultó fructífero pues las ventas empezaron aumentar, por tal motivo hace una solicitud a las autoridades en turno para que le concedieran un permiso para instalarse fijamente, para eso construye un pequeño y sencillo tabarete de madera que tomaba parte del arroyo.

Después en este de acuerdo con un permiso autorizado por las autoridades, el mobiliario que utilizó fue una mesa y sillas, protegiéndose con una lona como sombra, del calor y del inclemente sol. Ya para ese entonces el Guero Trinidad, nombre con el que la gente conocida así le llamaba, había incrementado los sabores con el de chocolate y leche. Para el 27 de enero de 1927 la fábrica de nieve obtendría un nombre de combate, el de "Nevería el Buen Gusto", continuando despachando su producto en el tabarete por la calle Allende, donde está actualmente el puesto que fue del finando Ramiro López.

En ese tiempo siendo presidente Municipal don David García Muñoz, recibió una petición de algunos conductores de automóviles y particulares, que consideraron que para la mejor circulación y el control del tráfico en las calles que circundan la plaza principal se necesitaba establecer un orden. En sesión de Cabildo se trató el asunto quedando asentado en el Acta en su sexto punto, un acuerdo que ordenaba el retiro de todos los puestos o tabaretes, y de prohibir la instalación de nuevos establecimientos, lo cual esta medida fue discutida por los regidores, por lo que nombraron una comisión para que estudiara el caso.

Y así fue como la comisión de Regidores a través del estudio acuerdan y proceden a retirar los tabaretes y se concede al Sr. José Trinidad Morales establecerse en uno de los jardines centrales del lado oriente sur de la plaza principal, terreno donde actualmente se encuentra y colocando a los demás puestos en una parte de la calle y otra en los andadores de la plaza, Donde construye un nuevo local de madera y dotado de mesas y sillas, más amplio y de buena presentación. Según la leyenda se decía que el motivo de haberse hecho estos cambios se debió a que en una ocasión pasó un accidente entre dos automóviles, y que en aquel entonces sólo había tres automóviles y uno era de Don Benito Reyes.

En este año el negocio iba marchando bien, pero desafortunadamente Don José Trinidad jerezano e hijo por adopción en Lerdo sufre una enfermedad de gravedad que no pudo soportar, y en poco tiempo Dios lo llamó y murió a finales del año de 1927. Había dejado una producción de 10 litros diarios de nieve en tiempos difíciles y 20 litros en buenas temporadas. Con su fallecimiento no acabo la tradicional industria nevera, pues del pequeño negocio de la nieve se hizo cargo su hijo José Morales Cervantes, que en esa fecha tenía la edad de 20 años, no quedó solo, lo apoyaban sus hermanas: María, Guadalupe y María Benita, que eran mayores que él. Aquí en este periodo inicia lo que es una pequeña empresa familiar, continuando unidos y con más entusiasmo elaborando la nieve que ya desde entonces estaba prestigiada entre los habitantes de Lerdo, ofreciendo el servicio puntual y en las más elementales costumbres higiénicas. El joven José Morales preparaba la nieva en la casa y su hermana María se encargaba de su venta en el puesto de la plaza principal, logrando así mantener la producción del producto en proporción a la que había dejado su papá José Trinidad.

Así mismo en un reporte del 15 diciembre 1943 del negocio de nieve manifestado a la Tesorería Municipal por José Morales, asienta que sus ventas anuales al menudeo ascendían a 2,900 pesos y contaba con una inversión de un capital de 100 pesos, dando como domicilio el ubicado en uno de los jardines del centro de la Plaza Principal. El local comercial que fue construido en 1927 y donde se expendía la nieve a la clientela en la plaza principal, con el tiempo se le hizo mejoras y mantenimiento, contratándose a un carpintero de Lerdo. Como todo negocio tiene que renovarse y presentar una buena imagen en 1954 se construyó en el mismo lugar del anterior, un local más grande y de material de ladrillo, así mismo se le cambió el nombre de "Buen Gusto" por el de Nevería Lerdo. En ese año los empleados que se encargaban de elaborar la nieve y atender a la clientela fueron los jóvenes: Enrique Sosa, Rene N. Roberto Cantú, Carlos Muñoz, José Muños, Armando Martínez, Gregorio Hurtado y Lupe.

Por muchos años José Morales Cervantes estuvo de soltero, pero llegó el tiempo de formar una familia, siendo en 1953 en que contrae nupcias con la respetable señorita Concepción Martínez Pacheco, dentro de su matrimonio tuvieron hijos: La primera fue una niña a quien le pusieron por nombre Concepción, quien desafortunadamente no se logra y fallece recién nacida, luego fue José, Luis, Juan José, Guillermina, Antonio y Miguel +. Al pasar de los años el negocio había obtenido una gran preferencia por el producto y por consiguiente el aumento de la clientela, fue por eso que don José se animó a solicitar un permiso el 4 febrero de 1970 al C. presidente municipal Diego Martínez Ramírez, para ampliar el local, concediéndosele la ampliación por el parte del Cabildo en pleno para ocupar una parte más grande del gajo del jardín de la Plaza Principal; la única condición fue que se comprometía a realizar mejoras de hermosamiento al espacio.

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Escrito en: José, nieve, tiempo, Trinidad

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