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El eslabón más débil

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Nació hace casi cuarenta años y pareciera que vive hoy su mejor momento a pesar de los innumerables intentos por destruirla o cuando menos por debilitarla.

Nos referimos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, mejor conocida como CNTE o la "Cente", y que nació en 1979 como una alternativa sindical ante la corrupción y podredumbre del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Su poder numérico es mínimo en comparación con el sindicato oficial de maestros, pero ha logrado apoderarse del control en regiones claves de estados del sureste, los más pobres del país y en donde los maestros viven las peores condiciones económicas y sociales.

Dicen bien que la cadena se rompe siempre por el eslabón más débil, precisamente eso ocurre hoy con el sistema político mexicano que no ha sido capaz de construir una salida firme para la modernización de la educación, en donde se privilegie tanto a estudiantes como a maestros.

El sindicato oficial del magisterio, junto con el de trabajadores petroleros, han sido los más corruptos y gansteriles de México, pero ninguno ha sido reformado a pesar de ser apéndices del gobierno federal.

Ante las denuncias en contra del líder de maestros, en 1989 la maestra Elba Esther Gordillo fue encumbrada como nueva dirigente del SNTE en sustitución de Carlos Jonguitud Barrios, uno de los "charros" sindicales de más triste memoria y cuya aportación al magisterio y a la educación fue prácticamente nula.

Corrían los años del supuesto gobierno modernizador de Carlos Salinas de Gortari y se necesitaba un nuevo líder de los maestros, alguien que no estuviera tan involucrado en la mafia magisterial.

Surge entonces Elba Esther, cuya carrera como dirigente de los maestros se enfocó más a la política, en donde ocupó cargos en la estructura del PRI además de otros de elección popular.

Pero lejos de resolver la grave problemática sindical, la Gordillo se dedicó a acumular poder y fortuna. Dirigir al sindicato más grande de América Latina con 1.4 millones de maestros la llenó de soberbia y ambición política.

Mientras la lideresa hacía de la suyas en las altas esferas de la vida nacional, el CNTE trabajaba en el sureste del país y obtenía paso a paso mayores prebendas, control y poder político.

Elba Esther se alía años después con los gobiernos panistas y se lanza a una aventura de la que quizás algún día llegue a arrepentirse: la fundación del Partido de la Nueva Alianza que utiliza para colocar a sus protegidos y para negociar posiciones con los entonces dueños del poder: el Partido Acción Nacional.

En el 2012 los astros se le voltean a la aguerrida chiapaneca con el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional, del que fue expulsada en el 2006 y el mismo que en su momento despreció y prácticamente le escupió a la cara para satisfacer sus anhelos políticos y su ambición enferma por el poder y el dinero.

Gordillo se opuso abiertamente a la reforma educativa que lanzó el nuevo régimen de Enrique Peña Nieto en el 2013 lo que fue suficiente para activar los mecanismos de la añeja justicia mexicana. En cuestión de días se recabó información suficiente para configurar varios delitos federales contra Elba Esther, quien fue arrestada y arrinconada en una cárcel de alta seguridad. Pero su relevo al igual que sucedió en 1989, cuando sustituyó a Jonguitud, no significó cambio alguno para la estructura viciada, corrupta y dictatorial del SNTE.

Hoy cuando los maestros disidentes hacen y deshacen ante la consternación del pueblo mexicano, queda claro que, a pesar de las reformas y los intentos de modernizar al país, el gobierno se quedó sin credibilidad y autoridad para poner orden en esta nueva crisis nacional.

La matanza de Nochixtlán demostró que el régimen no tiene una estrategia para controlar las manifestaciones, por el contrario la protesta del domingo 19 de junio se le salió de la mano con un trágico saldo: nueve muertos y 108 heridos.

Para colmo la autoridad federal tarda más de dos semanas para atraer las investigaciones cuando ya nadie cree en su efectividad y menos con el desastre en la investigación del caso Ayotzinapa.

Al final del día seguimos en las mismas, por un lado un sindicato de maestros que con todo y reforma educativa es y será bastión de la corrupción y el charrismo. Por el otro una organización disidente que opta por la violencia y que no logra ganar la suficiente confianza y credibilidad de los mexicanos, excepto de algunos partidos y líderes de la izquierda.

El eslabón más débil, pues, puso de nuevo en serios aprietos al debilitado gobierno de Peña Nieto.

Justicia a secas

Lionel Messi y su padre Jorge Horacio fueron sentenciados a 21 meses de cárcel por fraude fiscal en España. No pisarán la cárcel por tener derecho a fianza, pero tendrán que pagar multas y al menos públicamente responder por su fechoría.

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Escrito en: JOSÉ SANTIAGO HEALY poder, maestros, gobierno, sindicato

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