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¿Servirá para algo la multitudinaria marcha del sábado?

La Raya del Tigre

¿Servirá para algo la multitudinaria marcha del sábado?

¿Servirá para algo la multitudinaria marcha del sábado?

RUBÉN CÁRDENAS

¿Y sí servirán de algo las marchas?, ¿Se soluciona algún problema? Son preguntas recurrentes de los mexicanos a lo largo de tantos años que no han visto, en apariencia, resultados favorables luego de cada movilización en la que se demandan necesidades apremiantes y, sobre todo, justicia.

A lo largo de la historia, en la lucha de los pueblos, las revoluciones inglesa y francesa fueron emblemáticas en su tiempo para cambiar regímenes autoritarios y en cada una de ellas la gente estuvo presente en las calles, al comienzo y cuando terminaron. Son muchos otros intentos de cambio malogrados, pese a que también tuvieron el respaldo de las masas.

En México, las grandes manifestaciones han cobrado fuerza a partir del año 2006, tras la inconformidad masiva -capitalizada en la figura de Andrés Manuel López Obrador- por el presunto fraude electoral que llevó al poder a Felipe Calderón Hinojosa; resurgieron en el 2012 con otro asunto del mismo corte: un fraude electoral, cuyo beneficiario fue, y sigue siendo, Enrique Peña Nieto. Más avanzados en el sexenio, los distintos conflictos que han ido brotando, desde protestas por las reformas estructurales, la casa blanca, Ayotzinapa, entre otras, han colmado las calles de la mayor parte de los estados del país.

Durante este fin de semana último, en más de 25 estados se realizaron manifestaciones en contra del gasolinazo y, en general, la corrupción en México, Durango no fue la excepción; fácilmente más de diez mil duranguenses, convocados desde las redes sociales, salieron a la calle a protestar por el brutal incremento a las gasolinas y a exigir la renuncia del presidente Peña, tal y como sucedió en varias capitales estatales.

En Durango resultó contrastante la alta participación ciudadana en la marcha de este sábado con la escasa capacidad de organización de quienes la encabezaron, supuestamente veinte liderazgos de igual número de organizaciones sociales. Fue evidente cierto jaloneo y desacuerdos entre esos mismos líderes desde que la numerosa columna llegó a la Plaza de Amas. No sabían si detenerse ahí o continuar tres cuadras más allá, para luego doblar en calle Hidalgo y regresar por 20 de Noviembre para celebrar un mitin frente a Catedral.

Un animador con pocas tablas no pudo moderar el evento; de principio a fin cometió pifias, algunos de los oradores, con honrosas excepciones, hablaron mucho y dijeron muy poco. Y a quienes no dejaron hablar, de plano, fue a ninguno de los políticos que, muy orondos, ya estaban con sus papeles en mano para dirigirse al público. El rechazo a Gustavo Pedro Cortés fue más que evidente; la gente gritaba enardecida: "¡Políticos no! ¡Fuera!", pese a la defensa que su grupo de señoras leales trataba de hacer.

A un lado de la plataforma, desde una camioneta, otros manifestantes se empalmaron con los oradores y al final los miles de asistentes se quedaron sin saber qué acciones continuarán, pues no se anunció algún seguimiento contundente; la única acción que se mencionó como algo certero fue que irían a liberar a los tres transportistas detenidos luego del desalojo de la planta de Pemex, cuyos familiares también hablaron. "¡Vamos por ellos!", gritaba un grupo.

Hubo abierto rechazo a las alzas a la gasolina, contundencia en que renuncie Peña Nieto y en demandar libertad para los detenidos, todo lo cual en principio está muy bien, pero quienes acudieron a la marcha hasta hoy desconocen si se emprenderán o no nuevas acciones.

Lo ocurrido en Durango en esta última marcha es un referente de lo que sucede con demasiados movimientos en México. La gente está dispuesta y participa, pero no hay quién la organice de verdad y la guíe hacia una estrategia que fructifique en el cumplimiento de las exigencias que provocaron las movilizaciones.

El cobro del Impuesto al Valor Agregado en alimentos y medicinas se evitó después de la multitudinaria convocatoria de López Obrador a una marcha en la Ciudad de México hace tres años, al igual que funcionarios han dejado el cargo a nivel federal y estatal ante la presión de la gente; es decir, la movilización ciudadana siempre es símbolo de fuerza, pero debe ser canalizada por la vía correcta.

Toda fuerza mal dirigida o desaprovechada tiende a disminuir. En Durango no sabemos aún si la conformación de ese frente social tan irritado por el gasolinazo y el resto de cobros servirá para lograr algún cambio, aun cuando hay que estar conscientes de la parte que a cada uno nos toca para que los movimientos continúen. Al tiempo.

SERÁ HASTA EL próximo 15 de este mes cuando cierre la pista de hielo, instalada en la Plaza IV Centenario, así que todavía hay oportunidad para las familias que quieran disfrutar de este espacio... HOY SE CELEBRARÁ en la CDMX la reunión de todos los gobernadores del país con el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade, a quien le plantearán el entorno en sus respectivos estados respecto a consecuencias derivadas del gasolinazo... QUEDÓ SIN FUNCIONAR el tomógrafo del Hospital General 450, por lo que unos cien pacientes fueron trasladados al Hospital Materno-Infantil para ser atendidos. Unos 800 mil pesos representa la reposición del transformador necesario para poner en funcionamiento el tomógrafo inservible hasta hoy.

Twitter @rubencardenas10

Escrito en: LA RAYA DEL TIGRE marcha, Durango, tres, cada

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