Por el poder
La lucha por la gubernatura del Estado de Coahuila será de pronóstico reservado. Los altos jerarcas del PRI en el país, incluyendo EPN, están diseñando las campañas y estrategias para conservar el poder y lo quieren hacer al costo y a costa de lo que sea. De momento, son evidentes los movimientos previos al registro de candidatos y a la fecha del arranque de campañas.
Resulta muy extraño que hasta ahora Javier Guerrero, después de 34 años de militancia haya “renunciado” al PRI porque ya se dio cuenta que su “ex-partido” se encuentra secuestrado y al servicio de unos pocos y que el Gobernador en turno ya tenía elegido su candidato desde hace tiempo. Creo que más bien, es una maniobra política para restarle votos a sus contrincantes porque sabe muy bien que como candidato independiente no tendrá ningún chance para ganar la gubernatura, considerando que su “renuncia” abonará en la conservación del capital político de su “ex-partido”, que de entrada es lo más importante.
Todos sabemos que el capital político del PRI, está integrado principalmente por servidores públicos en la nómina, empezando por los personajes siniestros de altas jerarquías. Todos ellos suman miles y más por el efecto multiplicador de sus familiares y amistades cercanas en edad de votar. Solo de imaginarse fuera del presupuesto, el pavor y la codicia los hará elementos dispuestos a defenderse hasta con sus dientes y desde ahora, ya están trabajando para este propósito y desde la lógica del partido, están sumando más adeptos con la compra de votos. Otorgar dádivas, beneficios y prometer componendas, ya lo están organizando a través de las promotoras del voto; promotoras que mañosamente han sido elegidas estratégicamente en las barriadas y colonias, y que resultan ser nuestras parientes, amistades o vecinas que difícilmente podremos denunciar, a pesar de saber sus actividades a favor del PRI, las que con todo derecho pudiéramos tipificar como delitos electorales.
Otra maniobra que pretende desviar al voto popular, es el “pleito” fraternal que recientemente surgió entre los hermanos Moreira. Está de sobra el cinismo manifestado por el profe bailador para postularse como candidato a una diputación local, sobre una “rivalidad” entre él y el gobernador del Estado. Ambos hermanos son protagonistas de un bochornoso espectáculo seguramente orquestado desde la cúpula del PRI para confundir al electorado, y más cuando la candidatura del tipo de marras, será lanzada por un micropartido político comparsa.
El profe se dice exonerado por las diversas leyes que no han encontrado elementos en su contra, en procesos legales secretos que han quedado fuera del escrutinio público, sin embargo; sabe que en un proceso electoral apegado a derecho, él y su hermano “saldrán bailando” y con el riesgo de ser enjuiciados al perder el poder. El Colegio Electoral, será el protagonista más importante en este proceso, sea cualquiera su resultado, quedará para la historia.
Por lo pronto, el Sr. Riquelme sabe que sus posibilidades para llegar al poder, dependen estrictamente del trabajo sucio encomendado a cada militante del PRI, dispuesto a permanecer dentro de la nómina oficial de gobierno.
J. Antonio González
Torreón, Coah.