Cuatro horas volando y no llegaron a ninguna parte

Los pasajeros del vuelo 1111 de la aerolínea United Airlines se llevaron una triste sorpresa cuando descubrieron que después de cuatro horas de viaje, aterrizaban en el mismo aeropuerto del que habían despegado.

El 7 de febrero, las personas subieron al avión en San Francisco, con destino a Hawái. Pasaron cuatro horas después del despegue, pero al aterrizar, no era Hawái lo que veían sus ojos, sino San Francisco nuevamente.

Según informa el sitio web ‘Travel Skills’, el avión tuvo que regresar debido a una falla de mantenimiento, pero, por razones técnicas, no podía aterrizar sino hasta que se gastara todo el combustible, por lo que todo ese tiempo en el aire, dando vueltas por el mismo lugar.

Se trataba de un avión Boeing 757, que no permite a los pilotos aterrizar mientras está lleno de combustible, por el exceso de peso que tiene a raíz de la carga en sus tanques.