Durango

Un café con... Guadalupe de la Hoya Galindo

Abogada y capacitadora con especialidad en juicios orales

Un café con... Guadalupe de la Hoya Galindo

Un café con... Guadalupe de la Hoya Galindo

DANIEL ESTRADA ORTIZ

Guadalupe de la Hoya Galindo es una profesionista duranguense que se ha abierto camino en el vasto mundo del Derecho y que con 22 años de trayectoria, ha tenido la oportunidad de compartir sus conocimientos en el área de los Juicios Orales con abogados y estudiantes de casi todo el país.

En el marco del Mes Internacional de la Mujer, Guadalupe de la Hoya, quien se desempeña como defensora pública de los Tribunales de Juicios Orales del Tribunal Superior de Justicia, platicó con El Siglo de Durango sobre algunas de las bondades y pendientes del Nuevo Sistema de Justicia Penal, sobre todo en lo que tiene que ver con la mujer y la familia.

¿Actualmente, la ley cumple con las expectativas en cuanto a la defensa de la mujer?

Para responder esta pregunta hay que tener muy en cuenta el hecho de que en los últimos años hay un incremento considerable en la violencia y los conflictos en el seno familiar.

En este sentido, el Estado se ha visto en la necesidad de actuar con rigor, debido a que hay casos de violencia y abuso, no solamente contra la mujer, sino también contra los hijos, en los que se debe actuar de forma tajante.

Sin embargo, hay otros conflictos que no necesariamente tendrían que desembocar en un proceso penal, pues hay conflictos provocados por economía y hasta estados de ánimo, que podrían tener una solución más flexible.

He atendido a amas de casa, profesionistas y mujeres que sobresalen en distintos ámbitos, que en determinado momento denunciaron problemas con sus esposos, sin saber que con ello se abriría una carpeta de investigación que implica el cumplimiento de una serie de procedimientos para la parte acusada.

Hay veces que el citatorio le llega al esposo cuando el problema que se presentó ya fue superado y hasta se han tomado medidas alternas de apoyo, como terapias familiares.

¿No existe alguna alternativa en el ámbito legal para dar marcha atrás o flexibilizar el procedimiento en este tipo de denuncia?

De momento no, y lo malo es que muchas veces las mujeres lo único que buscan es una llamada de atención, que termina en un proceso judicial, cuando la vida de pareja ya tomó un cauce de conciliación.

Cuando la mujer interpone una denuncia en contra de su pareja no existe la figura del perdón, no hay acuerdos conciliatorios ni restauratorios.

Sólo existe una probable salida, que es la suspensión, la cual consiste en condicionar al hombre a someterse a una serie de compromisos relacionados con su conducta al seno del hogar, en los que se incluye la terapia.

La medida es drástica, pues el esposo si no es el principal proveedor en el hogar, su aportación si es muy indispensable, por lo que si se ve forzado a acudir a terapias en determinado horario obligatorio, es probable que tenga problemas de inasistencia o retardo en su trabajo.

Hace tiempo realicé un ejercicio en el que de 10 familias atendidas a través de este recurso, todos los varones involucrados estaban teniendo conflictos laborales por el hecho de tener que cumplir con las terapias.

Las esposas me han llegado a decir que sus problemas eran temporales y ya no los tienen más, por lo que quieren que el proceso se interrumpa, lo cual no es posible.

¿Se corre el riesgo de que las mujeres dejen de buscar la ayuda legal a causa de este tipo de implicaciones?

Si puede ocurrir y eso no sería bueno, pues es necesaria la participación de la autoridad en este tipo de situaciones, pues aunque no todos los casos de maltrato o violencia son graves, es algo que se tiene que abatir.

Tenemos que cuidar e incluso ampliar los derechos de las mujeres, pero se debe tener mucha prudencia para no terminar por causar daño en lugar de ayudar.

Todo lo que tiene que ver con el matrimonio y la familia, debe ser atendido con mucho tacto y en mi humilde opinión, veo que la violencia familiar no tiene solución en la acumulación de carpetas de investigación para enriquecer estadísticas, sino en las opciones de solución.

Existen espacios en los que hay personal altamente capacitado para las terapias, lo que no hay es la flexibilidad de horarios necesaria para no interferir con las actividades de los involucrados.

¿Hay avances, estamos igual o existe rezago en cuanto a la impartición de justicia vinculada con la población femenina?

No podemos negar que hay avances, sobre todo en el estado de Durango, que hoy es un modelo para otros estados en el tema del Nuevo Sistema de Justicia Penal y particularmente en los juicios orales.

Durango comenzó a trabajar desde 2008 bajo los nuevos esquemas, mientras que otros estados empezaron de cero apenas en 2016.

Hay carencias, falta personal y también infraestructura, pero el equipo humano que está detrás de este sistema es altamente profesional.

Los Centros de Impartición de Justicia ahora tienen albergues muy bien acondicionados, de tal manera que cualquier mujer, incluso acompañada de sus hijos, puede llegar a la hora que sea y se le atiende.

Guadalupe de la Hoya Galindo, realizó sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez (UJED), realizó un logrado en juicios orales en la Universidad Autónoma de Durango.

Además de desempeñarse como defensora pública, ha recorrido un buen número de estados con cursos de capacitación relacionados con temas del Derecho.

Experiencia

Aprender y compartir.- El año pasado la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México nombró a Guadalupe de la Hoya como su capacitadora oficial.

Escrito en: Un cafe con... Guadalupe, existe, tener, violencia

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