Durango

Foro del Lector

La oposición

Sólo un milagro podrá arrebatarle el triunfo electoral al clan Moreira en el Estado de Coahuila, dado que a pesar de su enorme desprestigio su capital político es muy importante. Todos los trabajadores y funcionarios de gobierno saben que ganar es lo único que importa para conservar sus privilegios y los privilegios de sus amigos, parientes y recomendados, a esto habrá que sumar el activismo de la gran cantidad de elementos de la llamada “marea roja” es como para preocupar a cualquier contrario y todavía falta saber los planes que ellos tienen para incorporar el activismo de empleos emergentes. El trabajo corporativo ya lo vienen haciendo las promotoras del voto que estratégicamente reparten despensas, cubetas de pintura e impermeabilizante y otras dádivas en los barrios de la periferia. También hay que considerar el activismo político y las campañas de adhesión que falsos líderes, fósiles y porros están haciendo en las instituciones públicas de educación media y superior.

Más de una docena de partidos políticos se lanzaron a la contienda, la mitad de ellos, serviles y de comparsa van en coalición con el partido en el poder y Riquelme al frente; los demás partidos saben que sus posibilidades por alcanzar el poder, dependen de un trabajo político muy agresivo e inteligente, mismo que está en duda por el pobre calibre y muy choteada imagen de sus candidatos.

En el circo electoral tenemos a un candidato independiente “rebelde”, que después de muchos años de militancia “renunció” al carro del poder y de forma muy inexplicable “pataleó su pesebre”. Él sabe de sus remotas posibilidades, aun superando las tantas miles de firmas para su registro y quien sea mal pensado como yo, deberá suponer que su objetivo no es el triunfo, sino fragmentar el pastel electoral para reducir las posibilidades de la oposición, “entre más burros, menos olotes”. Poco más de dos millones de votos disponibles tiene el Padrón Electoral del Estado, pero sólo la mitad ejercemos nuestra obligación cívica, los demás suponen que uno u otro, el que gane será lo mismo. Bajo este principio, seis candidatos estarán disputándose un millón doscientos o un millón trescientos mil votos disponibles, de los cuales la cuarta parte es del voto duro que ya le corresponde al PRI, con lo que Riquelme ya tiene una importante ventaja; esta es la disyuntiva del resto de los aspirantes para poder superar el reto.

La oposición debe suponer que todos sabemos el mal gobierno que tenemos y es más, el mismo partido en el poder sabe de sus errores garrafales y de sus abusos y fincar su campaña en lo mismo creo que sería reiterativo, cansado y sin ningún fin, sería como “quemar pólvora en infiernitos”. La oposición debe buscar la manera de sumar votos del gran universo de votantes que tradicionalmente se abstienen, debe diseñar una campaña agresiva que rescate votos de los servidores públicos, debe cautivar otros segmentos como el voto de la mujer y de los jóvenes universitarios, tanto de instituciones públicas como privadas. La oposición debe saber que en campaña es mejor resaltar sus propias cualidades y sus planes de gobierno, no los errores y las fallas que ya conocemos de sus contrincantes. El escenario ya está listo y sólo hay que saber cómo aprovecharlo.

Juan Antonio Aguilar Tello

Torreón, Coah.

Escrito en: debe, poder, votos, político

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