La verdadera tarea
El debate acerca del monto de dinero público que destinamos a mantener nuestra democracia ha comenzado otro capítulo con la propuesta liderada por los diputados independientes Pedro Kumamoto y Manuel Clouthier, la cual reduciría el financiamiento a partidos políticos mediante el cambio de la fórmula por la cual se calcula el monto de dinero público que reciben a nivel federal y local. La propuesta es simple pero con efectos importantes en las finanzas de los partidos políticos: en lugar de asignar recursos a los partidos con base en el padrón electoral, propone asignarlos en función del número de votos obtenidos.
Si los partidos políticos reciben más de cuatro mil doscientos millones de pesos, al aplicar la fórmula de la iniciativa, su financiamiento se podría reducir a alrededor de mil ochocientos millones de pesos o incluso menos, dependiendo del número de personas que voten.
El Siglo de Durango publicó una nota hace un par de días reportando que la fracción del PRI en la Cámara de Diputados mandó a la "congeladora" legislativa en la Comisión de Puntos Constitucionales la iniciativa. De acuerdo a sus impulsores, el simple hecho de que la mayoría del PRI no haya desechado la iniciativa es ya un logro, sin embargo, la probabilidad de que transite favorablemente en el proceso legislativo es algo que luce complicado ya que solamente una participación social del mismo tipo que impulsó las reformas anticorrupción podrá hacer que los partidos políticos piensen siquiera en darse un balazo en el pie.
Para nadie es un secreto la fuerte disociación que existe entre los ciudadanos y la élite política de nuestro país. Para los ciudadanos, los políticos no son dignos de confianza, por decir lo menos, y se percibe que solamente trabajan para cumplir sus propios intereses, no los de los electores.
Así, la propuesta para atar el financiamiento a la participación electoral, según sus impulsores, busca generar incentivos para que se eleve el nivel de nuestra democracia, pensando que los partidos políticos propongan mejores cuadros y propuestas de gobierno. Para los detractores de la iniciativa, si ésta se aprueba, se estaría incentivando el abstencionismo como una forma de castigo para los partidos, anulando la posibilidad de que nuestra democracia se fortalezca.
A través de muchas décadas la élite política mexicana ha realizado todo lo imaginable para que los ciudadanos tengan desconfianza en el sistema político. Corrupción e impunidad son solamente las acusaciones iniciales para la clase política de nuestro país y la propuesta de los diputados independientes Kumamoto y Clouthier puede ubicarse como una más de muchas ideas para que la élite política, en su mayoría agrupada en partidos políticos, modifiquen la forma en que se ejerce el poder en nuestro país. Esa, es la verdadera tarea.
Twitter: @jesusmenav