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Golpe a la autonomía y credibilidad del INEGI

JESÚS CANTÚ

El jueves pasado, con el voto favorable de los legisladores del PRI y el PVEM, así como, algunos panistas (que fueron indispensables para alcanzar la mayoría, pues PRI y PVEM suman únicamente 62), el Senado de la República aprobó la designación de Paloma Merodio como integrante de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que no reunía los requisitos legales y menos de idoneidad para ser designada.

La designación es el tercer golpe a la credibilidad de la institución en los últimos 18 meses: primero, el mismo Senado aprobó como presidente de la Junta de Gobierno a Julio Alfonso Santaella Castell, que si reunía los requisitos legales pero no los de idoneidad por su evidente cercanía con los titulares de Hacienda y Banco de México; posteriormente, en julio del año pasado el Coneval denunció que interrumpiría la serie de indicadores de pobreza y tenía que suspender su reporte anual, porque el INEGI había decidido modificar la metodología para levantar la información del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015, con lo cual los resultados obtenidos en el levantamiento no podían compararse con los obtenidos en los años previos.

Y, ahora, el Senado aprueba la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto, a pesar de que el dictamen de la Comisión de Población del mismo Senado (que en dos rondas de votaciones no pudo aprobarse porque resultaba en un empate) señalaba que no cumplía con el requisito de haber desempeñado un puesto de alto nivel en el sector público o privado, al menos durante 5 años, pues el único que calificaba para ello era el de Directora General de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales en la Secretaría de Desarrollo Social, para el cual había sido nombrada en noviembre del 2015, es decir, apenas tenía 16 meses.

Pero además de los requisitos legales, otro cuestionamiento central a la designación de Merodio era que su currículum vitae presentaba la información en forma engañosa, entre los ejemplos más evidentes era que se ostentaba como investigadora y docente del ITAM, cuando en realidad era profesora de cátedra; o que decía haber dado clases de Macroeconomía en Harvard, cuando en realidad fue asistente del profesor titular de la materia.

A los citados cuestionamientos en su comparecencia en el Senado, simplemente señaló que ella no se ostentó como catedrática de Harvard, simplemente señalaba que había dado clases; y sobre si había desempeñado cargos de alto nivel, argumentó que como la ley no definía que era alto nivel, ella tampoco lo podía hacer.

Por otra parte, el conflicto de interés era evidente pues ella salía de la Secretaria de Desarrollo Social a ocupar la vicepresidencia de Información Demográfica y Social, es decir, la indispensable para evaluar el impacto de los programas sociales del gobierno federal, que han estado en la mira, porque en el reporte del Coneval, entregado en 2015, se establecía que la población en pobreza había aumentado en 2 millones de mexicanos, entre el 2012 y el 2014.

Al día siguiente de la designación de Merodio, el presidente del INEGI hizo un anuncio que intenta salvar ese conflicto de interés, pues realizó una rotación de los vicepresidentes para que Enrique Alba Guerra, pasara de la información Económica a la Demográfica y Social; Rolando Ocampo Alcántar, ocupara la vacante que dejó Alba y dejara libre la Geográfica y del Medio Ambiente, para que la nueva vicepresidenta se hiciese cargo de dicha información; en la información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia, no hubo cambio y sigue Mario Palma Rojo.

Sin embargo, aunque no tendrá a su cargo directamente la información Demográfica y Social, en la Junta de Gobierno sí participará en las decisiones vinculadas a la misma. La Junta de Gobierno está conformada por el presidente y los 4 vicepresidentes, con lo cual el gobierno de Peña Nieto ya colocó a dos alfiles.

La agencia internacional de noticias económicas Bloomberg, en el cable que difundía la información sobre la designación de Merodio, destacaba dos cuestionamientos clave: uno, que el momento actual era crítico para el INEGI, porque "este año planean lanzar un nuevo índice de precios al consumidor que cambiara de alguna manera la forma en que la inflación se calcula" y, desde luego, lo relaciona con las críticas previas a la información social; y dos, recuerda que no hace mucho tiempo Argentina fue sancionada por el Fondo Monetario Internacional por difundir información no confiable durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Por otra parte, expertos y dirigentes de organizaciones de la sociedad civil, señalaron que las deficiencias en el proceso de selección de Merodio abren la puerta para que también se ensucie el proceso de selección del gobernador del Banco de México, en los próximos meses.

Ernesto Ruffo, uno de los senadores panistas que votó en contra de la designación de Merodio, sentenció: "Hoy muere la autonomía del INEGI". Y eso es precisamente lo que está en juego: la autonomía no únicamente del INEGI, sino de todos los órganos autónomos pues las más recientes designaciones tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, dejan mucho que desear: los 3 consejeros del INE, apenas el jueves 30 de marzo; y la imposibilidad de nombrar al Fiscal Especial Anticorrupción.

Por lo pronto si la medición de la inflación ya era cuestionada por el ciudadano común, porque lo que dicen las cifras del INEGI no corresponde con la evolución de los precios de los productos que compran, la nueva designación la hará todavía más desconfiable.

Escrito en: información, designación, Senado, pues

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