Llevan agua en pipa a 5 mil, en Santiago Papasquiaro

Durante el periodo que abarca de mayo a agosto, el Sistema de Agua de Santiago Papasquiaro (SIASPA) apoya aproximadamente a cinco mil habitantes de las partes más altas de la cabecera municipal con el servicio de agua en pipas, en virtud de que durante dicho lapso la presión del vital elemento disminuye drásticamente.

Así lo reveló el director del mencionado organismo descentralizado, Noé Ramírez Nevárez, quien abundó que sólo una vez a la semana se ofrece auxilio a la población que vive en las partes más altas de la ciudad de Santiago Papasquiaro, por lo que el resto de la semana sí cuentan con el suministro de agua potable.

Cuestionado sobre las colonias a las que se otorga dicho servicio, el servidor público municipal citó que se trata de Lomas de San Juan y Campestre, en tanto que los demás asentamientos habitacionales sí disponen del abasto normal de agua potable para sus necesidades más elementales, debido a que son las partes más bajas y, por ende, donde no hay problemas de presión del líquido vital.

De la misma manera, Ramírez Nevárez complementó que en las referidas colonias de las partes altas sí cuentan con suministro de agua, aunque éste sólo se puede tener por las noches, que es cuando aumenta la presión del líquido en virtud de que en ese lapso es cuando disminuye notablemente la demanda por el resto de los habitantes de la cabecera municipal y cuando los habitantes aprovechan para llenar sus recipientes y depósitos.

El Director detalló, además, que para ese servicio se utiliza una pipa que es propiedad del Ayuntamiento y la cual es suficiente para realizar el abasto de agua a las mencionadas colonias, por lo que no se requiere solicitar el apoyo en ese sentido a la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED) o a la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

El entrevistado puntualizó que alrededor de cinco mil habitantes son los beneficiados con el abasto de agua en pipa, una vez a la semana, por lo que los restantes seis días se surten del líquido que llega por las noches a sus domicilios con la poca presión que se registra, situación que obliga a los habitantes a realizar un uso racional y eficiente del recurso natural que alcanzan a captar en tinacos, tambos, cisternas, cubetas y demás recipientes.