Editoriales

Al desnudo

FEDERICO REYES HEROLES

FEDERICO REYES HEROLES

"...La historia podrá esclarecer el origen de muchos de nuestros fantasmas, pero no los disipará". Onceava potencia poblacional con muchos brazos jóvenes que son un reto y nos llenan de vigor. Catorceava potencia económica y una de las naciones emergentes más atractivas del orbe. Pero el peor enemigo del mexicano, sigue siendo el propio mexicano. Así fue y sigue siendo.

¿Cultura o fatalidad? Un hecho histórico "...es una realidad indisoluble". Habla Paz, sobran adjetivos, uno de los pensadores que hurgó con más brillo en los laberintos de nuestra compleja identidad. ¿Será acaso un hecho histórico que los mexicanos somos incapaces de enterrar al enemigo común? Pero el enemigo común no son los "gringos" que nos amenazan en el imaginario. El enemigo común lo llevamos dentro. A principios de los años 80 sólo vendíamos petróleo o casi, muy pocas manufacturas. Pero logramos invertir la correlación. Hoy el petróleo, por las buenas y las malas razones, pesa poco. Automóviles a EE.UU. y Alemania, cuarto productor del mundo. Pero, ¿lo logramos como un propósito nacional o porque los mercados nos metieron en orden? Quizás si se tratara de un asunto entre mexicanos exclusivamente quizá hubiéramos hecho todo lo necesario por boicotearnos.

Elecciones del 4 de junio, más allá de triunfos y derrotas es un día de vergüenza nacional. Poco a poco íbamos superando al México de los "carros locos" y "carruseles", aquel en que votaban los muertos. Por eso creamos un complejo sistema electoral, complejo y caro. Por eso inventamos a los Consejeros Ciudadanos y se le dio independencia al IFE con nuevo padrón. Por eso se crearon los PREP y después los conteos rápidos. Por eso la evolución del Tribunal Electoral, por eso..., muchos cambios institucionales. Pero el enemigo interno ahí está y es muy poderoso. Lo adormecimos, pero nada más.

La alternancia avanzó de los municipios hasta la presidencia. Hubo festejo y el mundo nos miró con asombro y algunos con admiración. Guillermo Valdés recuerda como en mayo de 2000 el 41 % de los mexicanos pensaba que ese año habría fraude. Casi dos décadas después, en marzo de 2017, ya logramos aumentar 3 % a los desconfiados hacia 2018. Esto fue antes del espectáculo reciente. Cómo andarán ahora los números. Solos, actuando contra nosotros mismos, lo logramos, ahora sí, lo logramos triunfo nuestro. "Un mexicano es un problema siempre para otro mexicano y para sí mismo" nos recuerda Paz. Dónde está el México que es el primer proveedor agrícola de EU, dónde el exportador de productos aeronáuticos, el primer productor mundial de aguacate, el segundo en limón después de la India, el tercero en alfalfa, cuarto en berries, el país que ocupa una de las primeras diez posiciones en 28 productos agroalimentarios.

Es también el que se apuñala a sí mismo demoliendo el edificio electoral que construyó con sus dineros y su trabajo. Porque, "Cada letra y cada sílaba están animadas de una vida doble". Palabras malditas que sólo pronunciamos en soledad, palabras que nos develan y nos desnudan: "Viva México, hijos de la Chingada" lanza Paz para sacudir la conciencia de nuestra personalidad torcida. Eso es lo que pensamos de nosotros mismos y cada vez que podamos fastidiar al otro y destruir lo que es territorio del "otro" que es -por definición enemigo y nosotros de él- lo haremos. Ya sea grafiteando un hospital, destruyendo los asientos de un autobús o tirando la basura en la vía pública, para que se inunde la casa del otro, que no es la mía.

Porque la pluralidad de significados de la palabra chingar, dice Paz, "no impide que la idea de agresión... se presente siempre como significado último". Eso ocurrió durante las campañas. Parafraseando a Paz, salieron de sí mismos "para penetrar al otro", hirieron, rasgaron, violaron "cuerpos, almas objetos". Hicieron "chingaderas" diría Paz. Y como estábamos solos, no teníamos que rendir cuentas a un extraño que puede ser un alemán o un asiático, nos hicimos de todo demostrando que la capacidad destructiva del mexicano ni siquiera encuentra frontera en la capacidad creadora del mexicano. Creamos el gran andamiaje electoral, pero siempre encontramos como darle la vuelta. Hasta la hija del dictador Fujimori pudo reconocer su derrota por 0.24%. Pero aquí es más rentable cultivar la duda, territorio común, somos profesionales en la destrucción de esos bienes comunes: de los bosques a las elecciones.

Uno y el mismo, el país que recibe casi cuarenta millones de turistas y que tiene fama de amable y cordial, es el que sale a la calle a destruirse en los otros. El que produce más cerveza que Alemania y el que violenta la opinión política de su vecino.

El enemigo lo llevamos dentro y en junio de 2017 quedamos desnudos ante el mundo y ante nosotros mismos.

Escrito en: FEDERICO REYES HEROLES enemigo, Pero, logramos, nosotros

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas