Un diseño cargado de futuro

Sus productos expresan una profunda inquietud por el tema ambiental. De ahí su predilección por un tipo particular de material, la madera libre de cualquier tipo de alteración o textura artificial.

El diseño industrial es la actividad creativa que selecciona materiales y da forma a objetos que son manufacturados en serie para un consumidor en busca de artículos que hablen de su persona, de su forma de vivir, de sus intereses.

En México están instalados varios exponentes que gozan de prestigio internacional. Entre ellos destaca, por su experiencia y talento, el capitalino Emiliano Godoy.

Godoy nació y creció en la Ciudad de México. Su título fue expedido por la Universidad Iberoamericana en 1997. En 2002, ganó una beca Fulbright-García Robles para cursar un posgrado en el extranjero. Estudió una maestría en el Pratt Institute de Nueva York. Otra etapa de su trayectoria formativa se desarrolló en la Escuela de Diseño de Dinamarca.

No obstante, varios años antes ya había encontrado su camino de Damasco, ocurrió cuando apenas había comenzado a estudiar la carrera, en 1992, y el resultado es una influencia que no ha dejado de estar presente en su obra.

Ese año se realizó en Río de Janeiro, Brasil, la Cumbre Mundial por el Medio Ambiente donde los países que integran la ONU discutieron a propósito de temas como sustentabilidad y conservación del entorno. A Emiliano le preocupó el impacto de la industria en el medio ambiente y la colectividad.

Desde entonces se ha esmerado en observar y reflexionar sobre las fuentes en las que abreva la sociedad actual, porque conceptos como capital y consumo ejercen una importante influencia en la vida de las personas y, por tanto, en el diseño.

REFERENCIA AMBIENTAL

Sus productos expresan una profunda convicción por el cuidado ambiental. De ahí su predilección por un tipo particular de material, la madera libre de cualquier tipo de alteración o textura artificial.

Líneas de acción esenciales de su ideario son la búsqueda permanente de muebles que posean dosis relevantes de innovación y simplicidad, así como el carácter de piezas amables con la naturaleza.

Enfocarse en mostrar la 'mexicanidad', la identidad radicada en el artículo, no tiene su lugar asegurado en la primera fila de las características de sus creaciones. La visión de Godoy se remite al uso, el lugar y las manifestaciones orgánicas alrededor de la pieza. Gracias a esa postura, forjada en una definición personal por lo sustentable, ha conseguido destacar como un promotor de las causas ecológicas.

Las inquietudes de Emiliano Godoy no se reflejan sólo en sus obras. Ha declarado que falta capacitar a los docentes responsables de formar a los futuros diseñadores industriales con el objetivo de inculcar en ellos la conciencia que imprime al discurso natural de sus creaciones, el impacto que se puede lograr, la ética no sólo profesional, también humana. Su visión es instalar una tendencia: manufacturas que además de cumplir con su función sean amigables con los sistemas biológicos.

Snow Job. Foto: Emiliano Godoy

PROFESOR INVESTIGADOR

A este profesional de los bocetos que se materializan le produce alegría el hecho de que los consumidores respondan a propuestas que contienen una base vegetal, porque esto habla de un entendimiento de la importancia de cuidar el hogar de todos, algo en lo que no se ponen de acuerdo los gobiernos.

Su estudio no es el único lugar en el que Godoy exterioriza su mensaje. Es profesor en dos instituciones en la capital mexicana, el Centro de Investigación de Diseño Industrial y el Tecnológico de Monterrey. Ha hecho de conferencista y tallerista en Estados Unidos, Reino Unido y Belgica. Le gusta colaborar en revistas de su especialidad.

En la vitrina de galardones tiene una Palma de Bronce de la International Furniture Design Award en Japón, otorgada en 2005, y un Conduit Award, que recibió ese mismo año en Nueva York.

Forma parte de proyectos como el colectivo NEL, en el que varios diseñadores cooperan entre sí en la exploración de nuevas vetas creativas, tendencias, con independencia de las iniciativas personales.

Colabora con Pirwi (fabricante de muebles), Nouvel Studio (especializada en vidrio soplado) y Arta Cerámica, (que retoma la tradición alfarera mexicana).

PROYECCIÓN

El proceso laboral de Emiliano se enfoca en alcanzar un equilibrio entre calidad y cuidado ambiental.

Bocetos suyos devenidos en piezas tangibles han formado parte de exposiciones en Nueva York, Frankfurt, Amsterdam, Milán y, desde luego, la Ciudad de México.

El lugar de trabajo de Godoy, ubicado en la colonia Barranca Seca de la capital, hace las veces de laboratorio, un lugar para poner en práctica ideas, hacer pruebas y observar. La firma se embarca en una gran variedad de proyectos, desde desarrollo de productos hasta arquitectura, no desdeñan el diseño de interiores. También destinan tiempo y fuerzas al desarrollo de materiales y de procesos de manufactura más eficientes.

Para este creativo, el grueso de los objetos que se producen hoy día reúne características como deficiente, tóxico, disfuncional y perjudicial.

En la descripción de su labor, el egresado de la Ibero pregunta al interesado qué tipo de industria y qué clase de diseñadores producen estas cosas. Luego, critica que sólo se manufacturan artículos que son buen negocio cuando ya es hora de adoptar otro tipo de criterios.

Señala que en su negocio se conducen con base en definiciones que los llevan por otra ruta, sendero que incluso los pone a colaborar en la reconfiguración de una metrópolis.

Hace unos años, el estudio de Godoy participó de un proyecto denominado Cruce Seguro dirigido a renovar y organizar infraestructura en 459 intersecciones peligrosas en la Ciudad de México que concentran más del 25 por ciento de los accidentes viales de esa demarcación.

Se establecieron como rubros prioritarios incrementar la seguridad de los viandantes y de los automovilistas, recuperar espacios públicos y áreas verdes, prevenir los embotellamientos, además de diseñar e instalar elementos que dignifiquen la experiencia de caminar por la metrópolis.

No obstante, los mejores ejemplos de su labor son creaciones como la silla Snowjob, que está formada por dos componentes principales: el primero es una estructura de madera que hace de la mayor parte de la pieza un objeto biodegradable. El segundo es una cubierta hecha con desperdicio proveniente de la industria de envasado de confitura.