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‘RENEGOCIACIÓN exhibió a México’

LA INVESTIGADORA ALEJANDRA SALAS SEÑALÓ QUE LA CANCELACIÓN DEL TLCAN NO FRENARÁ INVERSIONES

‘RENEGOCIACIÓN exhibió a México’

‘RENEGOCIACIÓN exhibió a México’

AGENCIAS

Aun sin Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la mayoría de las empresas extranjeras seguirán invirtiendo en México por los beneficios y las ventajas que obtienen y que no encuentran en otros países, afirma Alejandra Salas-Porras, doctora en economía, investigadora de la UNAM y autora del libro La economía política neolibral en México, de editorial Akal. "A lo mejor algunas se regresan a Estados Unidos, pero el grueso se quedará", dice.

Pero la renegociación del TLCAN tiene que mirarse desde una perspectiva más amplia, porque corrió completa la cortina que exhibe a México como un país sin política industrial, con una economía muy poco diversificada y una estrategia de desarrollo limitada, que depende sobre todo de las exportaciones.

"Está en juego en el modelo de desarrollo, nada menos", advierte Salas-Porras. Por eso tal vez incluso convenga dejarlo si no mejoran las condiciones, para ganar autonomía, desplegar una política de industrialización y poder ir más allá de este modelo que promueve las exportaciones como fuente de divisas y empleo, dice.

La doctora Salas-Porres advierte que el TLCAN, en sus condiciones actuales, limitó las capacidades del Estado para promover estrategias de desarrollo que el gobierno aplicó antes de su firma y que abandonó posteriormente. Entre otras, la estrategia de invernadero, que protegía a empresas nacientes,y la política de integración nacional, mediante la cual obligaba a firmas extranjeras a agregar producción del país.

"Este porcentaje de integración nacional -explica- fue un recurso muy valioso para el desarrollo de proveedores locales". Hay ejemplos, dice. En Guadalajara, el establecimiento de IBM en los años setenta impulsó la proveeduría local para la industria de la computación y diversificó la economía de la región. También ocurrió con la producción nacional de autopartes para la rama automotriz. "Pero ese tipo de estrategias desaparecieron con el TLCAN porque sus disposiciones establecían que los gobiernos no podían exigir porcentaje de integración nacional ni porcentaje mínimo de exportación".

Vive el país una crisis industrial

En la crisis industrial que atraviesa el país, no toda la culpa es del TLCAN, advierte Salas Porras, sino de las élites gubermantales que abandonaron, casi por completo, las estrategias de industrialización. "Es más -afirma-, abiertamentente decían que la mejor estrategia era no tener estrategia y que el mercado se encargaría de dirigir esta diversificación, lo cual no ocurrió".

Por el contrario, dice, muchas industrias desaparecieron y las que llegaron, aun con tecnología de punta, promueven una derrama muy restringida de conocimiento y transferencia de tecnología. "Sus proveedores satisfacen necesidades de poco valor agregado, como empaques, pero sí exigen trabajadores calificados, de primer nivel, que también tienen muy poco impacto en la economía".

Todo lo anterior, afirma, no permite promover una economía del conocimiento. Sin embargo, aún estamos a tiempo de recuperar el rumbo, dice Salas-Porras. Pero hace falta un cambio drástico en las políticas nacionales, que corrija las condiciones en que el gobierno mexicano negoció el TLCAN en los años noventa.

"Las empresas no se van a ir", afirma. "Y la no firma del TLCAN puede darnos incluso más posibilidades de que esas firmas contribuyan a la industrialización del país y a promover una economía del conocimiento".

Pero para eso es necesario articular un proyecto de industrialización atractivo, con incentivos suficientes para que las trasnacionales recurran a proveedores nacionales, con capacidad para producir los insumos que necesitan.

Obviamente es necesario invertir, dice. Para ello podría haber programas conjuntos entre empresas y Estado, que contribuyan al desarrollo de proveedores calificados. "Las empresas trasnacionales no son madres de la caridad, pero si hay ventajas se quedarán".

Advierte que los incentivos no deben ofrecerse a las empresas, sean trasnacionales o nacionales, a cambio de nada. "Hay que exigir resultados y transparencia para saber a qué se comprometen de ambos lados y que esos compromisos puedan vigilarse por parte de la sociedad civil", dice.

Aunque la especialista es optimista respecto de la posibilidad de que el país tome un mejor rumbo, advierte que hay señales negativas, como el hecho de que la renegociación del TLCAN se lleve a cabo a puerta cerrada.

"Hay que exigir una rendición de cuentas de las tareas que le corresponden al Estado para garantizar que las negociaciones nos favorezcan y que las estrategias de planeación respondan a las necesidades del país", afirma. Esa tarea, dice, le corresponde a la sociedad civil.

Élite política

En su libro La economía política neoliberal en México, Salas Porras describe cómo se gestó la élite política económica que desde los años 80 gobierna el país y que embarcó a México en el modelo neoliberal que creó un fuerte vínculo entre grupos privados y funcionarios públicos que se han beneficiado de la "puerta giratoria". Es decir, pasan del servicio gubernamental a la Inciativa Privada con todas las ventajas que esto representa para ellos, en perjuicio del interés público.

Allí están los nombres de Pedro Aspe, exsecretario de Hacienda, y los expresidentes Ernesto Zedillo y Carlos Salinas. Los tres con una influencia e injerencia definitiva en el rumbo económico del país, desde los ochenta hasta ahora, dice.

Pero hay otros que han logrado articularse y mantenerse en los cargos más importantes del aparato económico del Estado. Entre ellos, el ahora secretario de Hacienda, José Antonio Meade, posible candidato a la presidencia de la República.

"Si Meade fuera el candidato del PRI y ganara la elección, sería mucho más difícil darle un giro diferente a la política económica e industrial del país", dice. Sin embargo, "no es imposible porque este modelo exportador ha llegado a un extremo en el que ya demostró sus límites".

Ni siquiera las reformas impulsadas en este sexenio dieron los resultados esperados, porque sólo han traído beneficios para las élites que las promovieron. Ahora, afirma, el Estado debe de recuperar autonomía con respecto de esos grupos y es tarea de los ciudadanos ejercer presión para evitar que prevalezca "la visión depredadora" de las élites.

Industriales organizarán la agenda

La Reunión Anual de Industriales mexicanos para discutir la agenda del sector hacia 2018, se llevará a cabo en esta ciudad del 27 al 29 de septiembre próximo, informó el presidente de la Concamin, Manuel Herrera Vega.

Tras reunirse con directivos de la Cámara de Industria de Transformación (Caintra), el directivo también destacó que las compañías manufactureras del país están preparadas ante un posible escenario adverso en las negociaciones del TLCAN, aunque no lo consideró factible.

"Este año la reunión anual de industriales que es el evento donde se reúnen los liderazgos industriales del país para discutir todos aquellos aspectos que nos preocupan como industria, se realizará el 27, 28 y 29 de septiembre en Monterrey", dijo.

Señaló que "asistirán empresarios industriales de todo el país y tendremos la presencia de los actores más relevantes en la vida económica de México".

También acudirán, indicó, prácticamente un grupo muy importante de los tres niveles de gobierno, secretarios de estado y legisladores.

Puntualizó que la reunión "cerrará el día 29 de septiembre en una comida con el presidente de la república (Enrique Peña Nieto ), donde también entregamos la presea Concamin".

"Entonces va a ser un evento muy importante, discutiremos todos los temas de la agenda industrial, como vamos con el TLCAN, el desarrollo de la industria, así como la coyuntura de la cuarta revolución industrial ", expresó.

Refirió que también se analizará lo que tiene que ver con la seguridad y el estado de derecho, todos los temas que están dentro de la agenda industrial de México.

Por otra parte, comentó que los industriales del país están preparados ante un escenario adverso en las negociaciones de la modernización del TLCAN, aunque eso no lo consideran muy factible.

Desde hace 24 años de su implementación, el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá ha representado altos beneficios para las economías de las tres naciones, traducido esto en mayor inversión y empleos, puntualizó.

Escrito en: tlcan país, política, economía, desarrollo

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