Sancionan con $50 mil por maltrato animal

A pesar de que no hubo dolo por parte de los choferes del camión recolector de basura marcado con el número 10 a la hora de atropellar a un perro en la colonia San José III el pasado fin de semana, la investigación arrojó que sí hubo maltrato animal por las acciones posteriores al atropellamiento.

Noel Flores Reyes, titular del Juzgado Cívico Administrativo, dijo que en un primer momento no hubo ninguna intención de atropellar a la mascota y los operadores no se dieron cuenta del accidente; no obstante, los vecinos del lugar aseguraron que tampoco prestaron atención ni hicieron nada por auxiliar al perrito atropellado, abandonándolo.

Esa sola acción fue suficiente para que el Juzgado Administrativo definiera que sí hubo maltrato animal y emitiera sanciones económicas.

La primera de las multas será para la empresa para la que trabajan los recolectores de basura, misma que tiene la concesión de recolección urbana, por lo que a este negocio se le aplicó una sanción de 665 Unidades de Medidas de Actualización (UMA) equivalente a 50 mil 200 pesos con 85 centavos.

"Multamos a la empresa porque es responsable de los daños que provoquen o causen sus trabajadores", comentó Noel Flores.

En el caso de los tres empleados, mismos que viajaban en el camión de Red Ambiental, se les sancionó con siete UMA, lo equivalente a 528 pesos con 43 centavos.

"La multa a ellos es baja porque son obreros y se les da otra forma de poder pagarla, con 10 horas de trabajo comunitario si ellos solicitan esta opción", agregó el juzgado administrativo.

De la posibilidad de que se presente denuncia penal por parte del Juzgado Cívico Administrativo, su titular aclaró que ya las asociaciones u organizaciones ambientalistas procedieron a hacerlo, por lo que por parte de esta instancia municipal no habrá tal denuncia formal.

El accidente que dejó muerto a una mascota se registró el pasado fin de semana en la colonia San José III donde el camión recolector de basura, con número económico 10, atropelló a un perrito dejándolo sin piel en más del 60 por ciento de su cuerpo, lo que obligó a la eutanasia, dados los daños internos que sufría.