Kika Edgar abarrota el Teatro Ricardo Castro
La cantante y actriz Kika Edgar estuvo en Durango. Acompañada por cerca de 200 niños y jóvenes que integran la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, la noche del miércoles ofreció un aplaudido concierto en el Teatro Ricardo Castro.
Lo que pintaba para ser una velada familiar que combinaría música clásica y temas populares mexicanos, se convirtió en una experiencia desagradable para decenas de duranguenses que se vieran obligados a quedarse en el lobby, permanecer de pie o a abandonar el recinto ante falta de asientos, luego de que el lugar sobrepasara su cupo máximo y la logística de los organizadores del Festival Internacional Revueltas 2017 fuera ineficiente.
Largas filas se observaban a las afueras del teatro incluso faltando dos horas para dar inicio a la presentación.
Una vez que se abrieron las puertas, los asientos fueron ocupados en su totalidad, lo que provocó que los organizadores solicitaran sillas individuales para intentar cubrir la demanda, pero no fue suficiente. Fueron sobrepasados.
El concierto arrancó y decenas de duranguenses, desde niños y hasta adultos mayores permanecían de pie en el lobby en espera de poder ingresar al espectáculo, pues parte del staff limitó la entrada tanto a la planta baja como alta luego del lleno total; otros se aferraron a los pasillos y estuvieron de pie todo el evento, mientras que unos cuantos decidieron abandonar el recinto.
EN VOZ DE KIKA EDGAR
Los afortunados que se hicieron de un lugar fueron recibidos con ‘Basta escuchar’, de Marco Antonio Solís, bajo la dirección de Omar del Ángel. Le siguieron ‘Concierto para flauta’ de Wolfgang Amadeus Mozart, ‘Noche de encantamiento’, del compositor duranguense Silvestre Revueltas y ‘Bohemian Rhapsody’ de Freddy Mercuri, siendo esta última una de las más aplaudidas por los asistentes.
Fue el turno de Kika Edgar. Con una gran sonrisa y sin decir ninguna palabra apareció en el escenario para cantar ‘Bésame mucho’, tema de Consuelo Vázquez y con arreglos de José Ernesto Pérez Martínez.
Agradecida y emocionada de estar en Durango, la intérprete dirigió unas emotivas palabras a los miembros de la orquesta.
“Cabe mencionar que cada uno de ustedes tiene esta oportunidad de seguir sus sueños, ningún sueño es imposible y ningún sueño debe quedar guardado en una caja”, dijo para dar paso a la canción ‘El sueño imposible’, de Mitch Leigh/Darion.
Kika se tomó unos minutos para pedir que se siga apoyando a los niños pues “aunque suene trillado, ellos son nuestro futuro”, además de recordar a sus padres y lo importantes que fueron para que alcanzara sus metas. Con ese cálido ambiente sonó ‘Amor eterno’, con adaptación y arreglos de Hugo Warnholtz, otra de las más ovacionadas.
‘Que bello’, de Rudy Lascala marcó el fin del concierto.
“Gracias a todos ustedes (músicos) por darnos mucha luz, gracias a ustedes (público), yo soy Kika Edgar”, se despidió la mexicana.