Médicos siempre aspiran a la capital
Ni siquiera en ciudades como Santiago Papasquiaro o Cuencamé, cuyo número de habitantes es regular, se puede lograr el arraigo de los médicos especialistas, quienes siempre buscan la oportunidad de irse a las zonas urbanas con mayor número de habitantes.
Así lo indicó César Franco Mariscal, secretario de Salud en Durango, quien consideró que los médicos prefieren la capital y Gómez Palacio, a causa de las oportunidades laborales, educativas y hasta de esparcimiento.
Aunque los galenos vayan con trabajo seguro a ciudades con un número regular de habitantes, siempre buscan la oportunidad de trabajar a la par en el ámbito particular.
Si los trabajadores de la salud no tienen arraigo por los lugares de entre 300 mil y 40 mil habitantes, menos lo pueden tener en las localidades con poca gente.
Dijo que por lo pronto, en Santiago Papasquiaro, Canatlán, Cuencamé, Santa María del Oro, Pueblo Nuevo y Mezquital, cuentan con médicos especialistas.
En otros municipios con menos habitantes no se cuenta con este servicio y en los que pudiera haber alguno, se piensa seriamente en su reubicación, ya que cada especialista tiene que estar acompañado de un equipo de trabajo.
De ahí que es un error, dejarlos solos en las unidades de atención a la salud y su trabajo no está siendo bien aprovechado.
Lo que se pretende hacer es mejorar el sistema hospitalario de segundo nivel, en los puntos regionalmente mejor ubicados.
TELEMEDICINA
En los lugares más alejados es necesario sacar más provecho a la telemedicina, una herramienta que a pesar de ser costosa, deja muy buenos resultados.
"Con este sistema se evitan traslados innecesarios , con la atención de un médico general en alguna de las unidades de Salud del estado, con la asesoría de los especialistas de la ciudad de Durango o de La Laguna", dijo.
Inercia
Los médicos siempre buscan la oportunidad de irse a las zonas urbanas con mayor número de habitantes.
Regiones
Buscan mejorar el sistema hospitalario de segundo nivel, en los puntos mejor ubicados.
El siglo de durango