Siglo Nuevo

Ansiedad y ejercicio, ¿amigos o enemigos?

Ejercítate y olvídate del estrés

Ansiedad y ejercicio, ¿amigos o enemigos?

Ansiedad y ejercicio, ¿amigos o enemigos?

Luis Trejo Fragoso

Alguna vez te ha pasado que mientras estás haciendo ejercicio, tu corazón late muy rápido, te empieza a doler el pecho, te empiezas a sentir más agotado de lo normal, te estresas y te dices: “ya me está dando de nuevo”. Cuando esto pasa y relacionas el cansacio como peligro, en ese momento puedes estar en un estado de ansiedad, por la interpretación que le estás dando al latido de tu corazón o cansancio.

La ansiedad es una respuesta biológica del cuerpo, ante situaciones o estímulos que son tanto internos como externos que interpretamos como alertas o peligros, preocupaciones o miedos.

El ejercicio es una alternativa que se recomienda a las personas que padecen este trastorno mental, ya que según Irma Isabel Nuñez Aragón, psicóloga clínica, éste ayuda a que los niveles de ansiedad bajen porque canalizan la energía en las actividades que se realizan, logrando no enfocarte en las situaciones de pánico o similares síntomas de la ansiedad.

Sin embargo, el ejercicio por el contrario, puede causar un estado de ansiedad, ya que la ansiedad es una respuesta psicológica a lo biológico, la psicóloga explica que por ejemplo, cuando están haciendo ejercicio las personas, se tiene una respuesta biológica en primera instancia, por lo que puede que cuando se están ejercitando, no se cuente con los nutrientes necesarios para el cuerpo y lo exploten sin tener una condición física adecuada, provocando que la presión o el azúcar bajen. Si previamente no se tiene ansiedad, lo único que pasaría es que estas personas sentirían un agotamiento, se hidratarían y descansarían; teniendo ansiedad, estas personas relacionarían el cansancio extremo con el peligro, mortalizando la situación, pensando en que sufrirán un paro cardiaco, por ejemplo. Sin darse cuenta que es porque están explotando su cuerpo de más.

Algunos síntomas de ansiedad haciendo ejercicio son: sudoración excesiva, taquicardia, sensación de desmayo, desvanecimiento del cuerpo, pérdida de fuerza, dolor en el pecho.

Sin embargo, estos síntomas no siempre serán signos de ansiedad, ya que la sudoración extrema por ejemplo es común para cualquier persona que haga ejercicio. Debemos ser lógicos en cuanto a considerar cuando uno de estos síntomas esté relacionado con la ansiedad, ya que es muy difícil diferenciarlos, porque en ocasiones se pueden presentar aunque no se esté pasando por una crisis de ansiedad, ya sea por forzar demasiado el cuerpo o realizar un ejercicio muy fuerte ocasionando que el cuerpo se descompense. Todo dependerá del valor mental y la actitud con la que se cuente en el momento de la actividad física.

Los cuidados

La psicóloga Irma, nos da unos consejos para no sufrir este estado psicológico. Hay que tener una buena alimentación antes de hacer ejercicio, para evitar un desmayo o un bajón de presión o azúcar. Dormir bien y que el cuerpo esté acostumbrado al tipo de ejercicio que se realizará. Respirar de forma correcta, ya que esto es lo básico para calmar nuestros corazones y nuestro estado mental. Hidratación constante, antes, durante y después del ejercicio.

De preferencia, debes hacer ejercicios que disfrutes, ya que este, es como el trabajo, si no refleja tu elección, no estarás en el presente y se volverá un martirio, causando una posible ansiedad.

Hay que considerar, realizar calentamiento previo al ejercicio, para preparar el cuerpo ante las actividades que se van a realizar.

Al terminar con el ejercicio, no hay que parar abruptamente, debemos poco a poco bajar la velocidad, para acostumbrar al cuerpo a entrar y salir del modo ejercicio.

La psicóloga recomienda la yoga como uno de los ejercicios para combatir la ansiedad, “te ayuda mucho porque te hace meditar, te ayuda a estar en tranquilidad, aparte de que no te provoca tanta adrenalina, te ayuda a tener una introversión a tu persona y eso te beneficia mucho”comparte. Sin embargo, primero es recomendable salir a caminar media hora y enfocar tu mirada hacia los elementos a nuestro alrededor, como el cielo, la naturaleza, la luna, por si quieres salir de noche, el canto de los pájaros. Y esencialmente se recomienda practicar Yoga o meditación, cuando el estado de ansiedad esté por debajo de moderada, pues a veces la ansiedad es muy alta y puede que te cause desesperación o frustración cuando no puedas realizar uno de los ejercicios de esta actividad física.

Otras actividades recomendadas para combatir la ansiedad son: Chi-kun, natación y tai chi.

Respiración y pensamiento positivo

Para mitigar los efectos que la ansiedad inducida por el ejercicio puede tener sobre tu vida, la doctora en filosofía Patricia A. Farrel, una psicóloga acreditada y experta en ansiedad, recomienda una combinación de respiración relajante y un pensamiento positivo constante. El pensamiento motivacional puede ocurrir antes, durante y después de las sesiones de ejercicio, tiempo en el cual debes decirte a ti mismo que los sentimientos que estás experimentando se deben al entrenamiento y no a un desastre inminente. La respiración relajante significa simplemente tomar el control mental de tu respiración, procurando mantenerla lenta, estable y acompasada.

Escrito en: ansiedad,, ansiedad, cuerpo, ejercicio

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas