Últimos días de la trilla de frijol

Pocas son ya las parcelas donde se cultiva frijol en las que todavía se realiza el proceso de la trilla, que consiste en separar el grano de la paja que se recoge de las tierras. Un ejemplo de esta actividad se podía observar todavía en los días recientes en el municipio de Cuencamé, concretamente en la comunidad Cuauhtémoc, una de las más representativas de la zona de los Llanos con mayor producción.

De acuerdo con el campesino Vicente Victorio Robles, el balance de esta cosecha del ciclo primavera-verano 2017 se puede calificar como regular a bueno en comparación con el del año anterior, debido a que el rendimiento de frijol por hectárea fue de hasta 800 kilos a una tonelada, aunque en otros casos osciló entre 300 a 400 kilos por hectárea, cantidad que se puede considerar “muy pobre”.

No obstante, lamentó que ahora los campesinos son víctimas de los “coyotes” (intermediarios), quienes están comprando el frijol entre 12 y 13 pesos por kilo en municipios como Cuencamé y Guadalupe Victoria.