José Antonio Meade Kuribreña entregó anoche a la Comisión Política Permanente del PRI su carta de intención de participar en el proceso interno en busca de ser el primer ciudadano postulado por ese partido a la Presidencia de la República.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) revivió así, después de más de dos décadas, el ritual para su candidato a la Presidencia: el dedazo.
Meade Kuribreña fue ungido por los sectores campesino, popular y obrero priistas, al tiempo que rompió con 79 años de tradición, pues es un candidato sin afiliación formal priista.
Pese a que formó parte de la administración calderonista -en enero 2011 fue nombrado Secretario de Energía y en septiembre de ese mismo año, titular de Hacienda-, José Antonio Meade confirmó que en 2012 votó por Peña Nieto, y desde que arrancó la actual administración forma parte de su círculo cercano.
Como Canciller (diciembre 2012-agosto 2015); secretario de Desarrollo Social (hasta septiembre de 2016) y titular de Hacienda (hasta este lunes 27 de noviembre) se enfrentó a la crisis de menores migrantes no acompañados que intentaron cruzar la frontera con Estados Unidos, defendió cambiar la medición de la pobreza, mantuvo un crecimiento económico inferior a 2.5% e implementó la liberalización del precio de las gasolinas.
Anoche, tras entregar su carta de intención, así como los oficios por medio de los cuales los sectores del PRI y las cuatro organizaciones nacionales del tricolor respaldan su aspiración, Meade dijo que como "simpatizante" del PRI está convencido que el partido es la mejor alternativa y la mejor opción para hacer de México una gran potencia y ganar las próximas elecciones.