Norcorea desoye todas las amenazas

Norcorea ha ignorado todas las amenazas y sanciones de Occidente, principalmente de Estados Unidos (EU), y ayer insistió en mantener su desafío al disparar de nuevo un misil balístico hacia el Mar de Japón, en lo que supone su primer ensayo de este tipo tras dos meses y medio sin realizar un solo lanzamiento.

El régimen de Pyonyang confirmó el disparo e informó que lanzó un nuevo tipo de misil balístico intercontinental al que llama Hwasong 15.

"Nos encargaremos de ello (...). Es una situación que manejaremos", se limitó a decir el presidente de EU, Donald Trump, mientras que el secretario de Estado, Rex Tillerson, optó por la moderación y aseguró que "las opciones diplomáticas siguen siendo viables".

El gobierno de Corea del Sur ha determinado por el momento que el proyectil recorrió unos 960 kilómetros y alcanzó un apogeo de 4,500 kilómetros, lo que supondría la máxima altura alcanzada hasta la fecha por un misil norcoreano e indicaría un nuevo y peligroso avance para el programa de armas de Norcorea.

El experto David Wright, del grupo de científicos estadounidense Union of Concerned Scientists (UCS), señaló que el misil podría haber recorrido más de 13,000 kilómetros de haber sido lanzado con un ángulo estándar, una distancia más que suficiente para alcanzar Washington o "cualquier parte continental de EU".

Tras el lanzamiento, Corea del Sur, EU y Japón han solicitado una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU que podría celebrarse este miércoles.

Seúl respondió además a la acción de Pyongyang realizando apenas cinco minutos después de detectar el lanzamiento un ensayo con misiles cerca de la frontera marítima oriental con Corea del Norte.