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Equilibrio en el mar

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"La mayor virtud de la arquitectura es la generación de sensaciones".— Miguel Ángel Aragonés

La arquitectura es minimalista. Las construcciones de deslumbrante blancura se extienden en un semicírculo alrededor de un pequeño restaurante con un techo de ramas secas que forman un nido protector sobre los comensales mientras lo dejan virtualmente al aire libre.

Cada recoveco es ambientado por música y espejos de agua que generan un ambiente de tranquilidad. Las habitaciones son de equilibrada belleza, ejercicios de feng shui que ofrecen vistas espectaculares del lugar en que se reúnen las aguas del Pacífico y el mar de Cortés. La iluminación, cortinas, televisión y sonido se manejan de manera inalámbrica desde una tableta. Belleza sencilla con alta tecnología.

Miguel Ángel Aragonés, el diseñador y constructor del hotel, ha escrito que "El sol es al arquitecto lo que la brújula al navegante. Es el punto de partida; el principio orientador de todo proyecto. Cuando ves un terreno, lo primero que tienes que saber es por dónde sale el sol y por dónde desaparece, por dónde quieres que entre en el verano y por dónde en el invierno."

Las obras de Aragonés son ejemplo de la creatividad de la nueva arquitectura mexicana. Luis Barragán fue el gran innovador, el maestro que rompió moldes para crear una arquitectura mexicana cosmopolita, libre de los preceptos del nacionalismo revolucionario. De ahí, pero de manera independiente, sin ninguna escuela, han surgido arquitectos a la altura de los mejores del mundo. Ricardo Legorreta, Juan y Javier Sordo Madaleno, Abraham Zabludovsky, Teodoro González de León, Enrique Norten y Alberto Kalach, por mencionar a algunos, han construido arte en sus espacios arquitectónicos.

Crear hoteles funcionales, pero distintivos, es uno de los grandes retos de la arquitectura contemporánea. México tiene virtudes que lo hacen un atractivo destino turístico en un mercado competido. El turismo mundial crece a un paso mayor que la economía. En 2016 los arribos internacionales (sin turismo interior) crecieron 3.9 por ciento para alcanzar 1,235 millones (Organización Mundial de Turismo). En contraste, la economía mundial se expandió 2.4 por ciento (Banco Mundial). Sin embargo, la oferta de habitaciones y servicios turísticos se ha disparado. Muchos países compiten por precio; el más barato se lleva más turistas, pero a un margen menor.

En México hemos tenido éxito para atraer turistas. Hemos pasado del lugar 15 al octavo del mundo en arribos internacionales, pero seguimos siendo el 14 en captación de divisas. Muchos visitantes llegan a México sólo por precio y gastan lo menos posible.

Podemos mejorar. Al clima y la cultura, nuestras mayores fortalezas, necesitamos añadir elementos que atraigan a visitantes dispuestos a pagar más por una experiencia diferente. Un circo canadiense en la Riviera Maya es un ejemplo. Los hoteles nudistas o swinger mantienen ocupaciones de casi 100 por ciento en cualquier época del año.

La arquitectura y sus sensaciones son otra forma de atraer un turismo de alto nivel. Un hotel, como el diseñado por Ricardo y Alexis Elías en la Riviera Maya, seduce a los visitantes por su belleza física, que contrasta con la previsibilidad de los viejos cubos de concreto y vidrio. En el hotel en Los Cabos donde me encuentro la equilibrada armonía genera un ambiente de tranquilidad. En México, afortunadamente, tenemos a los arquitectos que pueden darnos esos elementos diferenciadores.

 GUERRA SIN TRIUNFO

¿De qué ha servido la guerra contra las drogas? Ha dejado cientos de miles de muertos y ha duplicado el consumo de drogas ilegales, que de 2011 a 2016 pasó de 1.5 a 2.7 por ciento de la población y de 1.5 a 2.9 por ciento entre los adolescentes de 12 a 17 años.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate arquitectura, dónde, México, turismo

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