Este día seré como debo ser todos los días.
Este día me esforzaré en hacer mejor lo que me toca hacer, sin dejarme llevar por la mediocridad o la pereza.
Este día me portaré amable con todos, incluso con los que no merecen mi amabilidad.
Este día día trataré de ser alegría para los demás, y no tristeza o enojo para ellos.
Este día procuraré evitar lo que me daña y haré algo que me beneficiará.
Este día pensaré un poco más en los que me rodean y un poco menos en mí mismo.
Este día intentaré olvidar los achaques de mi cuerpo y los defectos de mi alma. Contaré más las bendiciones que tengo que las superfluidades que me faltan.
Hoy procuraré ser bueno.
Trataré de ser mejor.
Y mañana renovaré este mismo propósito.
¡Hasta mañana!...