Editoriales

La Economía de la Oferta y la Reforma Fiscal de Estados Unidos

Francisco Jaime

La reforma fiscal de Donald Trump fue aprobada finalmente por el Congreso de Estados Unidos (EU) en días pasados. El paquete fiscal tiene tres ejes: la creación de empleos, el crecimiento económico, y el apoyo a las familias de bajo y medio nivel de ingresos que la economía dejó atrás. Pretende además, simplificar el Código Fiscal estadounidense.

He aquí los puntos más importantes: (1) Los impuestos pagados por empresas se reducirán del 35% al 21%; también cambia la forma en que las empresas representan ciertos tipos de gastos. (2) EU también dejará de gravar las ganancias que obtienen las empresas estadounidenses en el exterior, un cambio que lo pone en línea con los regímenes tributarios de otros países. (3) Estas medidas podrían costarle más de 1.4 billones de dólares en ingresos (4) Para compensar, se impone un impuesto único sobre las ganancias mantenidas en el exterior, gravadas al 15.5% por efectivo y al 8% por activos líquidos.

Según la consultora internacional Deloitte, la medida que más ha llamado la atención, es la reducción significativa del impuesto sobre la renta. "Apelando a una teoría económica desarrollada por A. Laffer-economista norteamericano conocido como el padre de la economía de la oferta y autor de la Curva de Laffer-los promotores de la reforma explicaron que reducir la tasa impositiva corporativa en 20 puntos porcentuales devendría en la reactivación económica y creación de empleos que Trump tanto prometió durante su campaña. Esto eventualmente, permearía en las finanzas públicas, por lo que no habría pérdidas significativas".

Permítaseme en este momento, hacer unas breves consideraciones sobre la economía de la oferta (Una detallada exposición aparece en B. Bartlett. 1981. Reaganomics. Supply Side Economics in Action, Arlington House, Ch. I). En un sentido real, la economía keynesiana murió durante la recesión de 1974-75. En 1975 la tasa de desempleo alcanzó su más alto nivel (8.5%), a pesar del déficit fiscal de 45 mil millones de dólares y una elevada tasa de inflación. Irving Kristol fue el primero en prestar atención a la economía por el lado de la oferta, como reemplazo a la desacreditada escuela keynesiana. En respuesta a esta crisis en la teoría y la política económica, afirma que una nueva economía está emergiendo. Su enfoque está en el crecimiento económico más que en el equilibrio económico o desequilibrio, y este crecimiento surge de una respuesta libre a los incentivos de una economía de mercado: inversión, más trabajo, principalmente.

Esta escuela mantiene el aparato macroeconómico keynesiano para propósitos de diagnóstico, pero su inclinación es conservadora más que liberal: cree que sólo el sector privado puede generar un crecimiento económico sostenido. Se opone a la noción keynesiana en el sentido de que un incremento en la demanda, por sí mismo, incrementará la oferta y por tanto acelerará el crecimiento económico. La nueva economía afirma que un incremento de la demanda donde los incentivos naturales al crecimiento económico son sofocados, resultará simplemente en inflación. Es solamente a través de un incremento en la "productividad", el cual convierte demanda latente en demanda real proporcionando bienes al mercado a precios que la gente puede adquirir, como se genera el crecimiento económico. En resumen, la solución a los problemas de inflación y estancamiento de largo plazo, no descansan en iniciativas políticas de corto plazo diseñadas para mantener el gasto agregado muy por abajo del potencial productivo nacional. La solución descansa en la adopción de políticas de largo plazo que expandan la economía por el lado de la oferta, esto es, aumentar el potencial productivo nacional de una forma tal que eleve dramáticamente la productividad. Los éxitos alcanzados por una economía con fuerte apoyo a la iniciativa privada son indiscutibles, sobre todo en la era de R. Reagan en Estados Unidos y de M. Thatchter en Gran Bretaña. Por eso, ahora Trump, le apuesta a una reforma fiscal basada en la economía de la oferta y en la evidencia empírica de los dos casos mencinados.

Para el caso de México, la Secretaría de Hacienda afirmó que se está evaluando si es necesario realizar modificaciones al marco fiscal mexicano. Sin embargo dado que no existe margen para incrementar la deuda pública, en ningún momento se propondrá fondear una disminución en la tasa del Impuesto Sobre la renta (ISR) corporativo con mayor déficit público". Una postura que suena prudente. Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), considera que México tiene que hacer un análisis de sus impuestos corporativos, que en los países de la OCDE alcanzan 24.7%. Por lo expuesto anteriormente, creo que en nuestro país se requiere una reforma fiscal que amplíe la base gravable, generalice el IVA y reduzca el Impuesto Sobre la Renta.

Escrito en: FRANCISCO JAIME economía, crecimiento, fiscal, reforma

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas