Editoriales

Las preideas

Jaque Mate

SERGIO SARMIENTO
"La democracia sustituye la designación de una minoría corrupta por la elección de una mayoría incompetente."— George Bernard Shaw

Qué bueno que no han empezado las campañas electorales. Estamos apenas en tiempos de precampaña en que los precandidatos aportan preideas para que no se les acuse de presentar ideas adelantadas de campaña.

Parecería que en estas precampañas hay que evitar las propuestas concretas de políticas públicas. Lo más importante es generar reacciones emocionales. El "Ay, ¡qué lindo!" es siempre mejor que el "Ya veo, ¡tiene razón!" La nota relevante es la que nos muestra a Juana Cuevas, esposa de José Antonio Meade, realizando compras en el supermercado, a Andrés Manuel López Obrador cortándose el pelo o a Ricardo Anaya subiendo a Twitter una fotografía con su hijo en la que dice "Hoy muy temprano llevé a Mateo al colegio."

Con anterioridad tuvimos el spot de Movimiento Ciudadano en el que Yuawi, un niño con atuendo huichol, baila y canta "Movimiento naranja". Morena trató de prohibir el anuncio porque, dijo, violaba "el interés superior de la infancia" al presentar a un menor promoviendo a un partido, pero el INE rechazó el intento después de que el partido presentó un escrito en el que los padres manifestaban su conformidad con que la imagen del niño fuera difundida en el anuncio. Esta pieza musical, cuyo mensaje político es nulo, se puso de moda primero en discotecas y después en plataformas de música en internet. Hoy los padres piensan que la súbita fama del niño puede traerles una fortuna.

Las precampañas se crearon para dar a los partidos un tiempo para organizar contiendas democráticas internas entre los aspirantes a candidaturas, pero ninguno de nuestros partidos es realmente democrático. Los partidos son negocios y sus líderes no están dispuestos a permitir que alguien que no pertenezca al grupo de control los despoje de su propiedad privada. Todos los partidos han designado a sus candidatos -perdón, precandidatos-por dedazo, pero el resultado es que no queda claro entonces para qué sirven los tiempos de precampaña.

Por lo pronto, las precampañas están sirviendo para promover a los precandidatos únicos. Andrés Manuel López Obrador lo ha entendido muy bien, ya que ha estado en precampaña desde hace muchos años. Ricardo Anaya también empezó su precampaña cuando asumió la presidencia del PAN y empezó a utilizar los tiempos de radio y televisión del partido para promoverse.

El precandidato presidencial que más necesita darse a conocer es Meade. Una encuesta de Buendía & Laredo señalaba en diciembre que el nombre de López Obrador era conocido por 96 por ciento de los ciudadanos, el de Margarita Zavala por 75 y el de Ricardo Anaya por 67. A pesar de sus cargos de gabinete, a Meade sólo lo identifica 28 por ciento de los ciudadanos. Si alguien necesita la campaña que no es campaña es el priista que no es priista.

La experiencia nos dice, de cualquier manera, que las elecciones no se deciden por propuestas de políticas públicas. ¿Quién va a hacer caso a un candidato que ofrezca construir un verdadero estado de derecho o eliminar los obstáculos a la inversión productiva? Los políticos tienen mucho más éxito si regalan dinero en subsidios o si proyectan una imagen atractiva en los medios de comunicación. Lo que menos interesa son las políticas públicas.

El caso es que en este tiempo de precampañas los prepartidos y los precandidatos nos están prebombardeando con prespots en los que nos presentan simples preideas. Supongo que son pregajes de una prelegislación hecha sin entender las consecuencias de lo prelegislado.

Canasta

El aumento de los precios al consumidor en 2017 fue brutal, 6.77 por ciento, el mayor en 17 años. Pero la canasta básica subió 9.61 por ciento. Una vez más la inflación golpea más a quien menos tiene.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate partidos, precampañas, Anaya, niño

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