Editoriales

Partidos y calidad de la democracia

Vida Pública

Partidos y calidad de la democracia

Partidos y calidad de la democracia

JESÚS MENA VÁZQUEZ

Los últimos días hemos sido testigos de un cúmulo de cambios en el tablero político nacional. A estas alturas, los lectores de El Siglo de Durango ya estarán enterados que el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ayer dio la bienvenida a la Coalición que encabeza su partido a la senadora Gabriela Cuevas, ahora ex panista, y aspirante a una alcaldía -figura que reemplazará a las actuales Delegaciones Políticas- en la Ciudad de México y también al polémico alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco que se espera sea un contendiente a la gubernatura.

Estos cambios se suman a la salida del PAN del Senador Javier Lozano para incorporarse, al día siguiente, como uno de los voceros autorizados del pre candidato del PRI a la Presidencia de la República.

Hace un par de días en Chiapas, catorce diputados locales de los diez y seis que tiene el Partido Verde en el Congreso de ese estado, renunciaron a su militancia por lo que ellos consideran como una imposición de su dirigencia nacional para formar una coalición con el PRI y abrir a algún militante de ese partido la posibilidad de ser candidato a la gubernatura.

Los partidos políticos, instituciones que de acuerdo al artículo 41 de nuestra Constitución son entidades de interés público constituidas por ciudadanos, se han convertido, en la mejor tradición de nuestro sistema político, en feudos privados en donde las dirigencias no permiten voces disidentes y no permiten cambios en las estructuras de dirección.

Con los cambios mencionados al comienzo de esta entrega, podemos ver que los distintos actores no pueden encauzar sus diferencias al interior de sus institutos políticos, dando pie a las desbandadas que vemos hoy en día en prácticamente todos los partidos políticos.

La calidad de la democracia, entendida ésta bajo el enfoque sustantivo que desarrollaron hace más de una década los estudiosos de ciencia política Larry Diamond y Leonardo Morlino tiene que ver con el resultado que ofrece un régimen democrático en varias dimensiones, entre las más importantes están el estado de derecho, rendición de cuentas, libertad e igualdad.

En este contexto, la calidad de una democracia puede medirse por los resultados que ofrece a los ciudadanos en estas dimensiones. En nuestro país es claro que la democracia que tenemos no ha ofrecido resultados esperados a los ciudadanos, basta ver las cifras de violencia y asesinatos en la última década para entender que el estado de derecho solamente forma parte de un listado de buenos deseos.

Si no existen condiciones para que los partidos puedan tener una vida institucional que desahogue los diferendos de las distintas corrientes al interior de cada instituto político, seguramente la calidad de nuestra democracia tendera a la baja.

Los movimientos que hemos visto por parte de los diferentes actores políticos, motivados principalmente por cálculos electorales, muestra que todavía estamos muy lejos de tener una democracia de calidad que dé resultados a sus ciudadanos.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública democracia, calidad, cambios, políticos,

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas