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La desbandada

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OMAR ORTEGA

Hoy inicia el último periodo de sesiones de esta legislatura, lo que significa que faltan aproximadamente 24 sesiones para que nuestros Diputados Federales y Senadores terminen su encomienda. El proceso electoral ya provocó una desbandada de legisladores y por lo tanto, un reacomodo entre los Coordinadores Parlamentarios e integrantes de Comisiones.

Por ejemplo, el PRI estrena Coordinador parlamentario en persona del Diputado Carlos Iriarte, que sigue demostrando el poder del Estado de México, y que tendrá el gran reto de relevar a Cesar Camacho, quien buscará un cargo en el Senado; así mismo, los Diputados priístas extrañarán a Jorge Carlos Ramirez Marín, quien además de ser el actual Presidente de la Cámara de Diputados, era el principal negociador y operador político, el legislador yucateco fue sustituido por Edgar Romo, reconocido por su conocimiento jurídico.

En el caso de Durango, el único cambio oficial hasta el momento, es el de Rocío Rebollo quien buscará ir al Senado de la República, sin embargo son más de 100 legisladores de todo el país quienes buscarán otro cargo de elección popular. Se espera que además de la polarización provocada por la naturaleza del proceso electoral, y la curva de aprendizaje de los nuevos legisladores, los resultados concretos y tangibles de estos últimos meses, sean muy pocos.

El gran problema, es que la sociedad no quiere ni merece un Congreso paralizado, sobre todo cuando hay tantos asuntos pendientes que exigen una respuesta inmediata: ahí están los nombramientos del Auditor de la Federación, del Fiscal General y del Fiscal Anticorrupción, a la vez, falta la decisión sobre qué pasará sobre el mando policiaco, la Ley General de Archivos, la Ley General de Propaganda Gubernamental, el combate a la corrupción, eso sin mencionar las miles de iniciativas que se encuentran en la congeladora.

El próximo Congreso indudablemente estará muy dividido, y muy seguramente, ningún partido político logrará una mayoría simple, mucho menos una mayoría calificada, por lo que muy probablemente esta será la última oportunidad para votar cuestiones relevantes como los nombramientos de los fiscales. En caso de que no, aumentará el riesgo de que en la próxima legislatura, con el fin de crear mayorías artificiales, se hagan negociaciones perversas.

De igual firma, esta semana se celebraron las reuniones plenarias de los diferentes grupos parlamentarios, sesiones importantes ya que es aquí en donde los legisladores acuerdan la agenda que impulsarán en el periodo, eventos que a diferencia de otros años, lucieron muy desabridos y desangelados, en algunos casos con muy poca presencia e interés de los legisladores.

A pesar de que asistieron secretarios de Estado, gobernadores, académicos, e incluso, varios precandidatos, los legisladores tenían en su mente sus propias estrategias para saltar a otros cargos, lo que pone de manifiesto la percepción de que estos tres meses de trabajo serán más para que hagan trabajo electoral y no legislativo.

El lado bueno, es que debido a las múltiples críticas ciudadanas de dispendio de recursos, ya se hizo costumbre que estas sesiones se celebren en las propias instalaciones legislativas, y no en destinos turísticos, lo que permite un ahorro considerable de recursos públicos, que pueden ser utilizados, mínimo, en la rehabilitación del edificio dañado en el sismo de septiembre. 24 sesiones y contando.

Twitter: omarortegasoria

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