Defienden campesinos el precio del frijol: RDG
A nivel nacional el panorama es el mismo: en Sinaloa, hace un año, el precio del frijol azufrado llegó a alcanzar un precio al productor de hasta 29 pesos, y actualmente oscila de 14 a 15 pesos por kilo. Mientras tanto, en Durango y Zacatecas, el frijol pinto hace un año registraba un precio al productor de 16.50 pesos por kilo y actualmente es de 10 a 11 pesos por kilo.
Así lo informó Roberto Delgado Gallegos, especialista en el sector agropecuario, tras subrayar que, ante la indiferencia del Gobierno Federal, los productores han tenido que optar por tres opciones, con resultados muy desfavorables: vender a precios de mercado con pérdidas considerables, guardar su cosecha en espera de mejores precios que nunca llegaron y gestionar ante el Gobierno Federal un incentivo mayor para compensar sus pérdidas.
Sin embargo, dijo, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y los legisladores les están dando la espalda a los campesinos.
De igual forma, el experto indicó que los productores de Sinaloa, a través de manifestaciones y bloqueo de carreteras, están insistiendo en que el Gobierno Federal que instrumente un esquema de pignoración para restarle presión al mercado y mejorar los precios. Además, los productores de Chihuahua están exigiendo al Gobierno que les garantice un precio de 17 pesos por kilo, y en Durango los precios siguen desplomándose, sin que las autoridades hagan algo.
Delgado Gallegos recordó que, desde septiembre de 2017, se advertían condiciones adversas para los productores de frijol, como la mayor superficie de frijol en México, la producción récord de frijol pinto en Estados Unidos y los precios de importación con una clara tendencia a la baja. No obstante, expuso, las instituciones del Gobierno Federal no hicieron nada al respecto.
FALTA DE PLANEACIÓN
Mientras las autoridades no se pongan de acuerdo con los productores para implementar la planeación agrícola, los resultados seguirán siendo los mismos: saturación de los mercados, crecimiento del intermediarismo y “coyotaje”, bajos precios de las cosechas, tendencia al monocultivo y mínima rentabilidad de la agricultura, refirió el entrevistado.
La producción agrícola, agregó, se tiene que reorientar en función de la demanda del mercado; sin embargo, dijo, en la práctica todo queda en buenos propósitos, ya que el único programa que maneja el Gobierno Federal para restarle presión a la siembra de frijol es la reconversión de cultivos, pero la ineficiencia de las dependencias provoca el fracaso de este programa ya que la semilla y demás apoyos nunca llegan a tiempo.
Finalmente, destacó que la mayoría de los países con vocación agrícola sustentan el éxito de la comercialización en una buena planeación, empezando con tener un buen registro y control tanto de sus inventarios como de sus importaciones, y con base en estudios serios de oferta y demanda proceden a elaborar la planeación de sus cultivos para evitar colapsos por sobreproducción y consecuentemente el desplome de precios como ha sucedido en muchos años con la cosecha de frijol.