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La cuesta: época de crisis

RAFAEL ALARCON

RAFAEL ALARCON

En épocas de crisis financieras y económicas a nivel de la economía global, es cuando Las empresas, sus propietarios y los gerentes, demuestran su real kilataje al superar la prueba de ácido, con creatividad y fundamentos.

A las empresas en Latinoamérica no les queda más que aprender a navegar en aguas Turbulentas, muchas veces estimuladas por decisiones económicas mal adaptadas y aplicadas erróneamente a los entornos de cada país por los gobiernos de turno. Estar en crisis es un estado al que las empresas tienen que estar conscientes que no es la primera ni será la última.

Tratar de sobrevivir a ellas y descubrir que se debe hacer es una decisión obligada para que la próxima vez no afecte del mismo modo.

¿Qué es una época de crisis? Se define como la etapa en la que las empresas se enfrentan a una baja insostenible en sus ventas, resultante de factores incontrolables que tienen como telón el microambiente local afectado directamente por medidas económicas globales.

La responsabilidad del Estado, el reciente "Panorama Económico Mundial", por el Fondo Monetario Internacional (FMI) contiene una interesante sorpresa: un capítulo sobre reformas institucionales, a las que se responsabiliza por el éxito o el fracaso económico de los países y por ende de las empresas locales. Las instituciones son definidas como "el conjunto de reglas formales -y de convenciones informales- que proporcionan el marco para las interacciones humanas y que dan forma a los incentivos de los integrantes de la sociedad"

Las buenas instituciones-prosigue el informe-son aquellas que generan "medios ambientes libres de rentas en los cuales los grupos pequeños no son capaces de sacar ventaja de-por ejemplo-una posición monopólica en una industria o actividad en particular, ni poseen un acceso privilegiado a los recursos naturales". Los países que prosperan son aquellos en los cuales el gobierno no tuerce las reglas para favorecer a ciertos grupos ni limita el ingreso al mercado de quienes carecen de poder.

El FMI concluye que la apertura comercial, la libertad de prensa, los países vecinos con buenas instituciones, un nivel educativo más alto y unos mayores ingresos per cápita de partida tienden a ser determinantes para que se produzcan reformas institucionales. Pero una mirada a los países en los que ha habido cambios institucionales indica que la mayoría de estos factores siguieron a las reformas en lugar de precederlas.

¿Qué hacer? y ¿Por qué? En primer lugar se debe tener en cuenta dos premisas que tienen que marcar la Actuación del inversionista como de sus gerencias:

1. "Evaluar las posibilidades reales de supervivencia de la empresa".

2. "Saber que el conjunto de la empresa es superior a cada una de sus partes.

Ambas premisas son básicas y deben orientar el desempeño.

Para lograr el objetivo de realizar un análisis fiel de la situación será necesario recurrir a un equipo externo especializado y con conocimientos específicos de la actividad de la empresa, al que se le debe dotar de los medios necesarios que le permitan analizar en profundidad todas y cada una de las partes de la empresa con el fin de poder identificar cuáles son las causas.

Este análisis se debe concretar un proyecto que debe incluir: un plan que permita rectificar el rumbo de la empresa, además de presentar otro de viabilidad de futuro para la misma, todo ello acompañado de un plan de gestión. Ya que, si importante es conocer las causas por las que la empresa está en crisis, más aun valen sus soluciones, es también importante el disponer de la persona o personas encargadas de gestionar el proyecto de salida.

No obstante, será imposible llevar adelante el plan sin la colaboración con una actitud pro-activa de todas las fuerzas que componen la empresa, personal de todos y cada uno de los departamentos, la dirección y también de los propietarios.

Quizás alguno o algunos de estos grupos tendrán que afrontar importantes sacrificios en bien de un todo: la empresa.

El éxito o fracaso de un plan de este tipo dependerá de varios factores en primer lugar de evitar la demora en la puesta en práctica del plan al aparecer los primeros síntomas o avisos de alerta. De esta rapidez dependerá el mayor o menor grado de dificultad en la aplicación del plan, así como el mayor o menor costo en la aplicación del mismo.

Los cuatro elementos mencionados -inteligencia, tolerancia a la frustración, tolerancia a la incertidumbre y capacidad de hacer experiencia-son fundamentales en el liderazgo, especialmente en los momentos en que una empresa atraviesa por períodos de crisis.

Y lo son porque permiten repensar estrategias, mutar y adaptarse a condiciones nuevas, y así evitar ser desplazado por la competencia. De ellas depende la flexibilidad de la empresa, la capacidad de incorporar y responder ágilmente a información nueva, aunque sea dolorosa.

Ellas permiten la búsqueda de ideas nuevas en distintas fuentes, hacen posible generar nuevas soluciones, adoptar perspectivas diferentes aceptando riesgos, asumir las exigencias múltiples de la realidad con prioridades cambiantes y rápidas mutaciones. Porque en épocas o períodos de crisis, para que una empresa se reinvente a sí misma debe poner en tela de juicio sus supuestos, sus visiones, sus tácticas y estrategias habituales. Y para eso se requiere, además de inteligencia, tolerancia a la frustración, y capacidad de tolerar la incertidumbre.

Es mi intuición que las crisis se dan en la mente y en ellas está la solución.

Escrito en: Pura Intuición debe, plan, empresa, países

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