Apuesta SAGDR por mejor cebada

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Sagdr), a través de su titular, René Almeida Grajeda, afirmó que antes de plantear que se amplíe el abanico de compradores de cebada en Durango, debe vigilarse que las condiciones de los contratos que existen actualmente promovidos por la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca).

Explicó que si bien se trata de un acuerdo entre particulares, el gobierno del estado interviene en la vigilancia de las cláusulas de los contratos.

“Es un esquema muy atractivo pero tiene que ir madurando, no está con toda la eficiencia que quisiéramos, tiene que irse madurando (...) es necesario abrir el abanico pero lo que tenemos que hacer es afinar con Grupo Modelo las letras chiquitas (de los contratos)”, afirmó.

No descartó que la empresa cervecera Heineken, con operaciones en Chihuahua esté interesada en Durango, como productor de Cebada, sin embargo, antes de recorrer ese camino y analizar las condiciones de compra venta que ofrece la empresa, así como los requerimientos en volumen y en calidad, los productores deben mejorar su producción.

Destacó que existen muchos factores que inciden en la calidad de la cebada.

Reconoció que Durango, como productor debe mejorar sus procesos, sobre todo en lo que se refiere a la tecnificación de los cultivos.

“Hay diferentes factores que hacen que a veces la calidad tenga una reducción y es cuando vienen los conflictos o las diferencias de opiniones con los compradores, como es el caso de Grupo Modelo”.

Parte de los elementos que deben afinarse son la asesoría técnica, las condiciones del suelo, los procesos de transporte, de acopio, las cláusulas del contrato, etcétera, de tal suerte que cada vez el proceso tanto de producción como de comercialización sea más fluido.

El ciclo anterior, el proceso de acopio de la cebada, que previamente se había comprometido con la empresa cervecera provocó un conflicto con los productores, debido a que algunas de las bodegas se vieron rebasadas en cuanto al volumen de recepción. Luego de unos días, bajo el temor de que una lluvia dañara la calidad del producto, el proceso reinició.