Editoriales

Una PGR sumisa y autista

JULIO FAESLER

JULIO FAESLER

Alcanzado por realidades que necesariamente conoció y ahora obligado por su condición de candidato a la Presidencia de la República, José Antonio Meade se encuentra en un peligroso crucero que le exige explicar cómo nada tiene que ver con las maquinaciones de la extensa trama de la Estafa Maestra que ha venido drenando con diabólica sencillez recursos federales que debieron dedicarse a aliviar pobrezas pero que acabaron financiando las campañas electorales del PRo. Solo gracias a un equipo profesional de investigación periodística armado por "Animal Politico" y "Mexicanos contra la Corrupción" se supo de la compleja confabulación.

Las desviaciones desde SEDATU y SEDESOL se hicieron desde las administraciones de Rosario Robles Berlanga. La condición de haber sido Secretario de SEDESOL involucra hoy a Meade, no necesariamente como autor intelectual mucho menos material, pero como inevitable último responsable de las fechorías de sus subalternos. Más responsable fue su antecesora Robles Berlanga en ese puesto (2012-2015). No olvidemos que años antes ella fue personaje central en aquellos manejos de dineros que organizaba en compañía de Carlos Ahumada con el que mantenía una estrecha relación personal y de negocios. Los videos revelaron a Ahumada entregando dólares para las campañas del PRD siendo ella presidente del partido.

Ahora, se trató de un esquema monumental de fraude, denunciado hace tiempo por el Diputado Doering, que involucró a once entidades gubernamentales, universidades estatales y centenares de empresas privadas siendo éstas de paja. El diabólico mecanismo ideado para desviar más de 7,500 millones de pesos provenientes de las entidades públicas consistió en fingir contratos de servicios profesionales con al menos 128 empresas ficticias donde el estudio contratado jamás se realizaba. La investigación hecha por los reporteros descubrió hasta la fecha, solo una parte, 3,500 millones de pesos operadas en la forma indicada.

Fueron ocho las universidades estatales que entraron en el jugoso complot. El caso de la Universidad Estatal de Morelos fue notorio por haberse aprendido al Rector Alejandro Vera el pasado 23 de febrero por denuncia presentada por el sindicato. No se mencionó por cierto que la detención haya sido por razones del desvío de 700 millones de pesos que se habían entregado a una empresa ficticia. A los tres días el señor Vera, al que se le fotografíó dando un cálido abrazo al poeta Javier Sicilia, fue liberado. De inmediato usó su recobrada libertad para registrarse como candidato a la gubernatura de Morelos. De los demás casos de desviaciones de fondos que las universidades reciben de SEDESOL o SEDATU no hay noticias.

Si bien la "Estafa Maestra" significó más de 7,500 millones de pesos suya distracción de sus fines presupuestales de atender innúmeras necesidades populares, la PGR ha sido completamente remisa en dar trámite a las acusaciones ampliamente exploradas que se le ha presentado. Esto contraste con la instantánea diligencia que ha desplegado en publicitar una artificiosa acusación de lavado de dinero contra el candidato presidencial de México al Frente, Ricardo Anaya. Es clara la intención de la PGR de distraer la atención del público de la Estafa Maestra.

La reacción de Anaya ha sido clara y vigorosa. Ha retado a la PGR a actuar enderezando alguna acción legal concreta que pudiera basarse en la información con que cuenta que no contiene elemento alguno para una acusación de manejo delictuoso de dineros como el que se le imputa a Anaya. Si hay cualquiera base para una acción la PGR no tendría dificultad alguna en citar o aprehender a Anaya. El caso es diametralmente opuesto al de, por ejemplo, de la ampliamente investigada corrupción sembrada entre funcionarios mexicanos por la empresa brasileña Odebrecht que, al igual que en otros países, entregó millones de dólares para asegurarse contratos en PEMEX, empresa que por cierto participó en el gran engranaje de la Estafa Maestra. Si el escandaloso comportamiento de Odebrecht ha llevado a juicios a expresidentes de países como Brasil, Perú o Colombia, nuestra PGR se ha mantenido autista.

En el caso de la acusación contra Ricardo Anaya, el Pan ha respondido con sencillez: "Jurídicamente es simplemente improcedente, no hay forma de que eso pueda suceder. Si quieren inventar y seguir jugando al rompimiento de las instituciones del país ya es otra cosa, ahí sí puede pasar cualquier situación y es impredecible"...

Como lo de Odebrecht, en México nuestro combate a la corrupción funciona esporádicamente y solo a conveniencia del gobierno.

[email protected]

Escrito en: JULIO FAESLER millones, pesos, sido, SEDESOL

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas