Saúl Sosa, a nivel internacional

Dentro de la actividad deportiva, existen personas que se encargan de aplicar el reglamento.

En Durango se cuentan con grandes exponentes del arbitraje en diferentes disciplinas, tal es el caso de Saúl Sosa, quien es el primer juez de voleibol internacional de la entidad.

El Siglo de Durango platicó con Saúl a su regreso del curso de la Federación Internacional de Voleibol en la confederación Norte, Centro y Caribe (Norceca), en donde vivió una experiencia grande.

¿Cómo fuiste invitado al curso

Fue una invitación que se hizo en general a los árbitros de Norceca. Costeamos los gastos y fuimos cinco árbitros de México y un evaluador. Fue un curso de refinamiento, es decir, trabajamos en las situaciones más importantes del arbitraje.

Como es el caso, el uso de la tecnología.

Me interesaba estar ahí para saber que es lo que se quiere del arbitraje de manera directa.

¿Este curso que tomaste en qué le beneficia al voleibol de Durango?

En primera instancia, nos actualiza en las cuestiones del arbitraje del voleibol. Queda compartirlo con nuestros compañeros, con el afán de ponerlo en practica.

Sirve de mucho el que tengamos la información de primera mano, en las modificaciones, actualizaciones y acuerdos que se dan en el arbitraje de la Federación Internacional de Voleibol.

¿Cómo llegaste a obtener el gafet internacional?

Desde 1985 comencé aquí en Durango. En 1990 se forma la comisión de árbitros de voleibol del Estado de Durango y de ahí somos federados.

En 1996 paso a ser árbitro de primera división, y desde entonces ningún duranguense ha llegado a esta categoría.

En el 2006 realizó el curso internacional en Cuba, lo que me abrió las puertas para estar en competencias internacionales en República Dominicana, Puerto Rico, Canadá, Estados Unidos y Perú. En el 2011 estuvimos en la Universiada Mundial en China.

¿Qué consejo le das las nuevas generaciones?

Que hay que soñar, por que es la base de cualquier meta, además que no cuesta nada.

Todo aquel que se lo proponga puede llegar a ser árbitro internacional.

Los muchachos tienen que estudiar, prepararse e invertirle.

Todo requiere de una inversión de tiempo, esfuerzo dinero. Hay que ser soñadores reales, para que no se genere una frustración.

Hay que perseguir las metas que se ponga uno en la vida, trabajar muy duro por alcanzar eses sueños y sobre todo no desistir hasta conseguirlos.