Con la bendición de su suegro Donald Trump, ayer miércoles Jared Kushner realizó una visita relámpago y a la vez sospechosa a la ciudad de México para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto y su canciller Luis Videgaray.
Para nadie es un secreto que el colaborador y amigo de Peña ha entablado una relación sólida con el yerno del presidente norteamericano lo que le permite pasearse con frecuencia por la Casa Blanca, pero sin obtener resultados notables en las relaciones entre México y Estados Unidos.
Videgaray metió en serio aprieto a su jefe cuando en agosto del 2016 coordinó el encuentro de Peña Nieto con el entonces candidato presidencial Donald Trump. La visita resultó un fracaso para el gobierno mexicano pero fue un triunfo para las aspiraciones del magnate norteamericano.
Hoy vemos que el displicente canciller realiza su máximo esfuerzo para complacer a Peña Nieto en su obsesivo deseo de hacer las paces con Trump, quien un día sí y el otro también se ha dedicado a ofender a México y especialmente a sus inmigrantes a quien no baja de criminales.
Por todo lo anterior el viaje intempestivo de Kushner llamó poderosamente la atención a los analistas internacionales de ambos países quienes no logran descifrar el objetivo final de tal visita.
Al estilo monárquico, el mandatario norteamericano decide enviar a nuestro país a su yerno, quien es su principal consejero en la Casa Blanca a pesar de su escasa experiencia en asuntos internacionales pero especialmente de Latinoamérica.
Kushner, de 37 años de edad, ha sido empresario e inversionista en bienes raíces, editor propietario del semanario New York Observer, es además abogado y descendiente de una adinerada familia neoyorquina de origen judío.
Lo sorprendente es que Kushner acuda a Los Pinos a suavizar las diferencias entre Estados Unidos y México cuando su trayectoria diplomática es mínima. El yerno de Trump estuvo acompañado de Kimberly Breier, subsecretaria para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, entre otros funcionarios norteamericanos, sin embargo no asistió la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson, una experta en la relación de su país con Latinoamérica.
La visita de Kushner ocurre a unas semanas del encontronazo telefónico entre los presidentes de ambos países y a pocas horas del anuncio de imponer aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos.
La pregunta clave y que hasta el momento de escribir este artículo no ha sido del todo contestada se refiere al porqué de esta intempestiva visita anunciada apenas unas horas antes.
¿Es Kushner realmente portador de un mensaje amistoso de Trump para Peña Nieto, quien se ha visto obligado a cancelar dos reuniones en la Casa Blanca por los desplantes del primero? ¿O, por el contrario, el primer yerno del vecino país vino a anticipar el fin del Tratado de Libre Comercio por parte de Estados Unidos o peor todavía a tratar de cobrar la construcción del muro fronterizo?
Seguramente en las próximas horas vendrá la respuesta por conducto de los medios norteamericanos. Ignoramos porque en México se suele ocultar la información que tarde o temprano se filtra en el vecino país con repercusiones negativas para el nuestro.
En lo que no estamos de acuerdo es en las críticas hacia el mandatario mexicano por haber recibido al yerno de Trump en Los Pinos, quien ciertamente no tiene el nivel de autoridad y representatividad similar a Peña Nieto.
No obstante, habría sido una descortesía cerrarle la puerta de Los Pinos y enfrentar una nueva embestida del presidente Trump en contra de México.
Bien dice el dicho que "lo cortés no quita lo valiente", así que ahora habrá que esperar el desenlace de tan complicada y veleidosa relación entre los presidentes Peña y Trump. Ya veremos si finalmente Videgaray corta una madura a favor de su jefe.
El uso de la mariguana en California todavía no se extiende a pesar de su legalización por la sencilla razón de que en esa entidad está prohibido fumar tabaco o hierba en parques, playas y estadios, es decir en cualquier lugar público. Sin embargo, preocupa que el consumo legal aplique para jóvenes de 18 años en adelante en contraste al uso de bebidas alcohólicas para lo que se requieren 21 años. Por cierto, en la garita para ingresar a Tijuana, el gobierno mexicano advierte en grandes letreros que la mariguana es ilegal en México. Ya veremos si hacen caso los jóvenes californianos que inundan la costa de Baja California en los puentes vacacionales.
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