Lalo Villar llega a Durango con 'La ruta de la garnacha'

El primer acercamiento de Lalo Villar al estado de Durango fue en el municipio de Lerdo, en una visita a la Comarca Lagunera. Ahí probó un tradicional menudo y de postre, una conocida nieve. Fue en ese momento en que se prometió volver. Y lo cumplió.

El pasado fin de semana el standupero y youtuber, famoso por su canal ‘La ruta de la garnacha’,que rebasa el medio millón de suscriptores gracias a sus videos sobre platillos mexicanos, estuvo de visita en esta ciudad, dispuesto a sorprenderse con la gastronomía durangueña.

A pesar de que su estadía fue corta, quedó encantado con el clima, la arquitectura, los paisajes, la comida, el lenguaje y esa parte en la que hace honor a la frase de la canción ‘Durango, Durango’ -de Miguel Ángel Gallardo-, ‘callada y tranquila ciudad colonial’, aspectos que le dan todo el sentido de identidad al lugar.

Le habían contado mucho sobre el estado así que llegó a romper mitos. Comenzó con el de los tacos de alacrán como platillo básico en la dieta de sus habitantes. Fue ‘falso’. La popularidad del pasito duranguense fue el siguiente, dijo en tono de broma durante la charla telefónica con El Siglo de Durango.

“Bajándome del avión lo primero que quise romper era que nadie en Durango come tacos de alacrán porque se veía mucho en las redes, pero descubrimos que no es distintivo. Lo que sí probé y de verdad las palmas para el caldillo durangueño ¡Que de-li-cia, que platillo y que historia! Fue como de mi top tres y el top uno de todo el viaje”, recordó.

Lo conquistó no solo su sabor sino sus antecedentes, la lucha por mantener viva la receta, el proceso de elaboración y el orgullo que sus habitantes sienten hacia el platillo. Luego, menos de una hora de la ciudad, encontró a doña Aleja, quien lo enamoró con su sazón, su dedicación y su cálida personalidad y ahora es un ferviente fan de las gorditas de Nombre de Dios, un municipio al que definió como “uno de esos lugarcitos que de verdad merecen todo el foco porque hacen historia”.

Tampoco faltaron las inconfundibles carnitas de El Pueblito que saboreó al lado del río, sin olvidar una torta de pierna y su respectivo rompope de ‘El Pasaje’.

LA ILIMITADA GASTRONOMÍA DE MÉXICO

Conocer la gastronomía de su país se ha convertido en toda una experiencia que vive desde pequeño, desde aquellos viajes en familia, solo que ahora tiene la posibilidad de compartirla con “un público mayor” para que el mundo entero ponga su mira en México y pruebe sus mágicos platillos. Pero lo primero es hacer que los propios mexicanos se sientan orgullosos de lo que tienen.

“No tenemos límites en México, supera las expectativas, cualquiera que tengas, debemos sentirnos además de orgullosos, contentos de tener un país con selva, desiertos, bosques, playa del golfo, del caribe, tenemos ‘pa’ aventar pa’ arriba’ no solo en clima sino en cuestión gastronómica, lo que más me gusta de mi trabajo es que nunca se me va a acabar porque en cada municipio hay un platillo diferente, ingredientes diferentes, que hace que México sea una experiencia maravillosa no solo para un turista sino para el propio mexicano”, dijo.

“Los invito a que conozcan su estado, su ciudad, siéntanse orgullosos de lo que tienen y después díganselo al mundo entero, empezando con sus amigos y después va a llegar solito al resto”.

Se va contento tras su visita a Durango. Se quedó con ganas de ir a Mapimí y a la Zona del Silencio y espera regresar pronto para conocerlos. Continuará con el proyecto ‘La ruta de la garnacha’, que le permitió descubrir que todos pueden ser afortunados y encontrar el trabajo de sus sueños.