Editoriales

Los consejos técnicos una opción acertada y democrática

JESÚS CANTÚ

JESÚS CANTÚ

El acuerdo en principio entre el candidato presidencial de la Coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, para instalar una mesa técnica tripartita (5 expertos designados por el gobierno federal; 5, por los empresarios; y 5, por Morena) generó polémica en el sector empresarial y entre los candidatos a la Presidencia.

Hay que partir del hecho de que los Consejos Técnicos son una institución de la democracia participativa que sirven para abordar temas que requieren un conocimiento muy especializado incorporando a los mejores expertos disponibles. Es una idea que funciona en muchas democracias consolidadas y emergentes y permite tomar las mejores decisiones, al tiempo que involucra a la ciudadanía en los procesos de estudio, deliberación y, eventualmente, toma de decisiones.

De acuerdo a lo difundido por los medios de comunicación la idea se generó espontáneamente durante la comparecencia de López Obrador ante los asambleístas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). El candidato presidencial lanzó la idea y los empresarios la aceptaron inmediatamente.

Según la nota del diario regiomontano El Norte, en su edición del sábado 24 de marzo, López Obrador propuso: "Vamos a revisar técnicamente el proyecto, sin asustar a nadie...Propongan ustedes (los empresarios) cinco técnicos, cinco técnicos del Gobierno, cinco técnicos de nosotros (de Morena). Ya, a partir de hoy para la revisión y con toda honestidad decir 'si procede', 'no procede', 'éstas son las alternativas'".

Castañón, presente en el evento, respondió de inmediato: "Con gusto, por supuesto, nosotros tampoco estamos con la corrupción, a nosotros nos interesa que se revise, además de técnicamente, la transparencia de las asignaciones, pero hagámoslo desde hoy, no generemos incertidumbre a partir del primero de diciembre".

Y continuó: "Que sea una discusión técnica y que lo que se pueda mejorar y se deba mejorar técnicamente, hay tiempo para hacerlo; y lo que se tenga que transparentar de los contratos que se han asignado que se transparenten y que se le dé certeza jurídica a los contratos que están asignados correctamente, de tal forma que se genere confianza, esa es la posición del sector privado, hagámosla con la mesa de los juicios técnicos y lleguemos a conclusiones, nos parece adecuado".

El mismo viernes 23 de marzo, Sergio Allard, presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) se opuso: "Queremos manifestar respetuosamente nuestra enérgica protesta para llevar a cabo la mesa técnica para analizar la viabilidad de la construcción del NAIM, la viabilidad de esta obra no está a discusión, pues su diseño y construcción fue analizado y discutido durante varios por expertos e instituciones internacionales".

Precisó, de acuerdo a la información del mismo diario, que en dicha revisión habían participado "el Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación de los Laboratorios MITRE, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), entre otras."

El sábado manifestó su inconformidad el candidato presidencial de la Coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, quien señaló que "no sería facultad de un organismo empresarial decidir si una obra continúa o no continúa." Precisó que con él la obra continuará y que es un "absoluto disparate" la idea de dar marcha atrás al proyecto y que sí hay corrupción en la asignación de la obra se aplicará la ley para sancionar a los culpables.

Vale la pena hacer varias precisiones sobre estas instituciones de la democracia participativa. Primero, éstas instancias emiten dictámenes técnicos, no toman decisiones de políticas públicas, pero el insumo que generan es fundamental para tomar una mejor decisión y, especialmente, más transparente e incluyente. Segundo, es muy importante que las reglas sobre quiénes participaran y cómo se designaran estén muy claras y sean públicas. Tercero, es fundamental que existan reglas, igualmente claras y transparentes, de operación del mismo comité y los productos que generara.

Aunque en el acto, los actores involucrados estuvieron de acuerdo en una mesa tripartita, bien vale la pena incorporar académicos a la misma, pues permitiría tener un actor totalmente imparcial en la misma.

De acuerdo a lo que se ha discutido, el grupo revisaría dos asuntos sobre el mismo tema: uno, si es la mejor opción para la construcción de un nuevo aeropuerto, lo cual implica analizar la viabilidad de construirlo en un terreno con tantas dificultades técnicas y si a pesar del impacto que esto tiene en los costos del mismo es la mejor opción; y dos, el apego a la legalidad en el otorgamiento y ejecución de los contratos.

Los productos a los que hace referencia Allard, serían un excelente insumo para los integrantes de esta mesa y sí son tan contundentes y sólidos como él señala, prácticamente ahorrarían la primera discusión, simplemente sería revisarlos y validarlos. Incluso en ese caso la mesa ahora propuesta tiene sentido, pues permitiría transparentarlos, evaluarlos y, eventualmente, avalarlos con lo cual se generaría confianza.

Además la mesa también tiene mucho sentido para la segunda discusión, es decir, sobre la legalidad de los procesos de contratación y de ejecución de la obra, pues es una realidad que los trabajos van demorados y los costos disparados.

En cualquier caso la integración de un Comité Técnico es una excelente opción y debe incorporarse a la vida pública mexicana, como una forma de procesar los temas más complicados y controvertidos. Aunque seguramente enfrentarán las resistencias de quienes disfrutan de un trato privilegiado, pues acaban con los tratos a espaldas de la ciudadanía.

Escrito en: JESÚS CANTÚ mesa, acuerdo, pues, mismo

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas