La elección no está definida
Las encuestas, una fotografía borrosa que deja ver el humor social respecto de la elección del primero julio en una fecha específica, concuerdan en que en este momento existe un claro puntero, Andrés Manuel López Obrador, que se ha separado de sus contrincantes que disputan un segundo lugar que no servirá de nada si no pueden acercase lo suficiente a quién ahora ostenta la delantera.
Esto lo ha aprovechado muy bien López Obrador vendiendo una imagen de invencibilidad respecto de la elección del primero de julio. Es tanta su confianza que en sus primeros anuncios de campaña, pide el voto para sus candidatos en el Congreso de la Unión. Es cierto que el escenario de su victoria tiene probabilidades altas, sin embargo, todavía no es posible asegurar con el 100% de certeza que será el vencedor de la contienda presidencial.
La campaña comienza y faltan tres meses para que podamos saber si la foto borrosa que nos presentan las encuestas ahora sigue siendo válida. Faltan más de 80 días de campaña, en la que se pueden presentar situaciones, internas o externas, que el electorado deberá ponderar para decidir su voto, especialmente aquellos que todavía no tienen su voto decidido.
Apenas hace unos días vimos un claro ejemplo de esto cuando el Presidente Donald Trump amenazó con militarizar la frontera con nuestro país hasta que exista una definición acerca de los recursos con los que quiere continuar con su peregrina idea de construir un muro entre las dos naciones.
La respuesta del Presidente Peña Nieto fue propagada profusamente en nuestro país y muy poco en los Estados Unidos, aunque fue especialmente duro con el Presidente Trump, todos los candidatos apoyaron al Presidente Peña en su defensa de la soberanía nacional.
Es posible pensar que la amenaza de Trump de elevar el nivel de tensión en la relación bilateral tendrá algún efecto en el electorado mexicano a menos de tres meses de la elección. Así se irá definiendo, en algún sector del electorado, una imagen de qué candidato puede manejar mejor a un Presidente como Trump, al quien no es posible dejar que se salga con la suya y, al mismo tiempo, no se debería tensar la cuerda tanto como para romperla.
Seguramente durante la campaña irán surgiendo algunas circunstancias que modificarán los pronósticos de la elección, como aquél incidente del entonces candidato Enrique Peña Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana o como la negativa de López Obrador de asistir al primer debate presidencial en 2006.
Así, creo que no es momento para celebrar victorias anticipadas, la elección todavía no está definida, aunque actualmente exista una intención de voto que defina a un líder, faltan varias semanas en las habrá que estar atentos a los momentos que seguramente definirán la elección presidencial.
Twitter: @jesusmenav