De los poetas
No tienen edad, como su pensamiento.
Pueden escribir que conocen al fin
el despertar del día,
la despreocupación de la distancia.
Su ojo ve más allá de sus límites
porque miran hacia adentro.
Los poetas son retrospectivos
presagian, saben sembrar sus tiempos
en hojas muertas.
Renacer sentimientos al croar de una rana.
Pueden traer y platicar con el abuelo
a pesar de ser ellos, un abuelo.
Llevan por dentro la primera promesa
y el último adiós.
a veces una lágrima les recorre el rostro,
o sin sentirlo se estremecen en una carcajada.
No saben de los espacios
y descubren inexistentes países,
soles nuevos y añejas lunas.
Persiguen el rumor del viento
y aprenden su canción.
El lápiz los despierta a cualquier hora,
son prisionero de las letras
que como bailarinas de ballet
le dan forma a sus palabras.
Saben que no han escrito su mejor cosecha,
tal vez sus surcos reniegan del abono
y sus flores nacen ya marchitas.
No les importa que un rayo del sol
les llene el rostro y el espíritu.
Su paso por el mundo es sentenciado
y burla de los otros.
Pero sus letras arrancan el secreto del amor.
No esperan elogios, recompensas,
Ni siquiera un beso sorpresivo
que apague esa sed de muchos siglos.
Solo cantan y son felices siendo desgraciados.