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Futuro en pausa

La prevalencia del cáncer infantil

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Estefania Cuaraqui

Cabeza: Futuro en pausa

Sumario: La prevalencia del cáncer infantil

Por Estefania Cuaraqui

Eduardo con la edad de 8 años, lucha contra el cáncer bajo el tratamiento de quimioterapias. En medio de la pobreza extrema y escasos recursos médicos, muestra que una enfermedad no es motivo para dejar de combatir y mucho menos, dejarse ganar.

En ocasiones al salir de sus tratamientos de quimioterapia debe caminar desde el Hospital Universitario hasta su casa en las colonias más escondidas del Oriente de la ciudad de Torreón, “porque no hay dinero para el camión”.

Tras someterse a las características altas temperaturas de la Comarca Lagunera, llega con su hermana menor y su madre a casa; un pequeño cuarto de madera, sin aire acondicionado y solo con un ventilador de pedestal para mitigar el calor.

Su madre, Margarita Valadez comenta que Eduardo “es la fuerza de la familia”.

“El me hace fuerte, yo una vez le dije que ya estaba cansada, que ya no podía más, que no tenía dinero, pero Eduardo me dijo que él no estaba cansado, que no me rindiera porque él tenía ganas de vivir”.

“Sus palabras son las que me mantienen en pie y con ganas de luchar todos los días”, narró con dificultad para expresarse.

Eduardo enfrenta el cáncer por leucemia desde que tenía 3 años de edad. “Hace tres años comenzó con altas fiebres y dolores de hueso, hemorragias y dejó de comer. Además comenzó a aislarse y buscaba estar solo en el cuarto y con la luz apagada porque le molestaba”, comenta la madre.

El diagnóstico fue leucemia linfoblástica, más tarde le realizarían un aspirado de médula que serviría para arrancar su tratamiento. Desde ese entonces y por casi tres años, ha estado recibiendo quimioterapia inyectada o ambulatoria, en ocasiones por pastillas.

Los doctores estiman que en agosto culminen las dosis de quimioterapia y solo se mantenga en vigilancia por las buenas respuestas que ha tenido su organismo.

Conforme las cifras preliminares reportadas en el Sistema Estadístico Epidemiológico serán diagnosticados 10 270 casos nuevos de cáncer en niños desde recién nacidos hasta los de 14 años, y se espera que cerca de 1190 niños morirán por cáncer. Aunque los índices de mortalidad por cáncer infantil han bajado en casi 70 por ciento en las últimas cuatro décadas, el cáncer sigue siendo la causa principal de muerte en niños. Los tipos más comunes de cáncer que se diagnostican en niños de 0 a 14 años de edad son las leucemias, cáncer de encéfalo y otros tumores del sistema nervioso central.

Contra las defensas

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo están rigurosamente controladas en lo que se refiere al crecimiento, la interacción con otras células e incluso, su ciclo vital. El cáncer ocurre cuando un tipo de células ha perdido estos mecanismos normales de control y crece de una forma que el cuerpo no puede controlar.

Particularmente, existen varios tipos de cáncer infantil como lo son la leucemia infantil, tumores del Sistema Nervioso Central, tumores óseos infantil, linfomas infantiles, neuroblastoma infantil, rabdomiosarcoma infantil, tumor de Wilms infantil, retinoblastoma, entre otros.

Los distintos tipos de cáncer tienen signos, síntomas, tratamientos y pronósticos diferentes, en función del tipo de células afectadas y del grado de crecimiento celular incontrolado.

Las células cancerosas crecen de forma descontrolada, adquieren tamaños y morfologías anómalos, ignoran sus límites habituales en el interior del cuerpo, destruyen células vecinas y, al final, se acaban extendiendo a otros órganos y tejidos.

Conforme las células cancerosas van creciendo, consumen cada vez más nutrientes del cuerpo. El cáncer consume la energía del niño que lo padece, destruye órganos o huesos, debilitando así las defensas del organismo contra otras enfermedades.

La leucemia es uno de los tipos de cáncer más alarmantes en la actualidad, es el tipo que afecta la médula y los tejidos que fabrican las células de la sangre. Cuando aparece la leucemia, el cuerpo fabrica una gran cantidad de glóbulos blancos anormales que no realizan sus funciones en forma adecuada.

Por el contrario, esas células anormales invaden la médula y destruyen las células sanas de la sangre, haciendo que el paciente sufra de anemia, infecciones o moretones generalizados. La forma más frecuente de Leucemia en los niños es la Leucemia Linfoblástica Aguda. Tal como el caso de Eduardo.

Recuperando su futuro

La Secretaría de Salud indica que se han mostrado avances en los tratamientos y actualmente se curan alrededor de 7 de cada 10 niños.

“En la mayoría de los casos, los cánceres infantiles se desarrollan a raíz de mutaciones o cambios, no se heredan en los genes de unas células que todavía están en proceso de crecimiento. Puesto que estos errores ocurren al azar o de forma impredecible, no hay ninguna forma eficaz de prevenirlo” señalo el pediatra Jesús Cisneros.

Existen varios tratamientos para el cáncer. Los tipos de tratamiento que recibe un niño con cáncer dependen del tipo de cáncer y de lo avanzado que esté.

Los tratamientos comunes son:

La cirugía: se recure esta opción cuando el cáncer parece estar restringido a una zona, sirve para extirparlo junto con cualquier tejido alrededor que pudiera contener células cancerosas.

Quimioterapia: consiste en tratar el cáncer con medicamentos de acción fuerte que por lo general se inyectan a través de una vena o se administran vía oral.

Radioterapia: se usa principalmente para tratar cánceres localizados. La radiación destruye o daña las células cancerosas para impedir su crecimiento.

Inmunoterapia: este tratamiento funciona mediante las estimulaciones de las defensas naturales del cuerpo; utilizando sustancias creadas por el cuerpo y en algunos casos, se utiliza sustancias fabricadas en un laboratorio.

Trasplante de células madre: es un procedimiento para reemplazar la médula ósea dañada o destruida por células madre de médula ósea sana.

Las diferentes terapias biológicas actúan de distintas maneras, ya que pueden detener o reducir el crecimiento de las células cancerosas, apoyar a las células inmunológicas saludables para controlar el cáncer o ayudar a reparar las células normales dañadas por otras formas de tratamiento.

Contra reloj

El cáncer en los niños se extiende rápidamente, motivo por el que es tan importante un diagnóstico rápido y un tratamiento efectivo, que aumente las probabilidades de que el niño sobreviva y lleve una vida activa y productiva.

Acude al médico y tomen los tratamientos adecuados. Este es un tema de especial cuidado pues se trata de la vida de los pequeños, así que es recomendable acudir a un profesional y seguir al pie de la letra los procedimientos médicos que se indiquen para curar o prevenir el cáncer.

Los padres pueden percibir síntomas que son inusuales en sus hijos, antes de que la enfermedad avance a una instancia en la que ya sea demasiado tarde. Por lo tanto, es de suma importancia que los padres pongan atención ante cualquier señal de riesgo.

Signos y síntomas:

1.Calentura persistente o recurrente.

2.Sangrado frecuente de nariz, o de encías al cepillarse los dientes.

3.Puntos rojos o morados en la piel.

4.Moretones sin causa aparente.

5.Dolor generalizado de huesos y articulaciones.

6.Ganglios en cuello, axilas o ingles, sobre todo si son duros, grandes y sin datos de infección evidente, que no disminuyen con desinflamatorios.

7.Crecimiento del hígado o bazo.

8.Palidez progresiva, fatiga, cansancio o apatía sin causa aparente.

9.Pérdida del apetito.

Escrito en: cáncer infantil Leucemia cuidado cáncer, células, tratamientos, tipos

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