Combatiendo las bacterias
Todos hemos sufrido alguna vez una herida, como cortes o raspones que se pueden curar en el hogar. La mayoría de nosotros piensa que las heridas ocurren como consecuencia de accidentes. Pero incluso las incisiones quirúrgicas limpias se consideran heridas.
Durante los primero días la herida puede estar inflamada, roja y provocar dolor. La inflamación es una señal del sistema inmunológico para protegerla de posibles infecciones. Se debe mantener seca y limpia en todo momento para que el proceso de curación se facilite.
Mientras el cuerpo lleva a cabo su proceso de curación en la parte interna, se formará una cáscara seca y temporal (costra) en la parte externa de la herida. La función de la costra es proteger la herida mientras la piel lesionada se cura por debajo y se forma tejido nuevo.
Cuando la herida ya esta totalmente curada, la costra se seca y se cae, y deja la piel reparada, ocasionalmente queda una cicatriz, la cual proporcionará aproximadamente del 80 al 90 por ciento de la resistencia de la piel normal. Tardará unos mese en recuperar el 100 por ciento.
Tipos de heridas
Sin embargo no todas las heridas son iguales, lo primero que debes saber antes de tratar cualquier herida, es entender el tipo de herida, cuál es su causa y qué involucra.
Las heridas pueden ser catalogadas como:
- Agudas: sanan con el tiempo sin complicaciones.
- Crónicas: toman más tiempo en sanar y pueden tener complicaciones.
- Abiertas: exponen tejidos y/o órganos.
- Cerradas: no exponen.
- Limpia: no contienen materiales extraños.
- Contaminada: pueden estar infectadas por elementos ajenos al cuerpo.
- Internas: resultan de un mal comportamiento de las funciones inmunes y del sistema nervioso, y/o una baja en el flujo sanguíneo, oxígeno o nutrientes del área, como ocurre en casos de enfermedades crónicas
- Externas: son causadas por la penetración de objetos o un trauma (golpe).
Siempre preparados
Es recomendable tener en casa un kit de primeros auxilios, el cual contenga antisépticos que son elementos que ayudan a prevenir infecciones como son: jabón, suero fisiológico, alcohol etílico 96 grados, clorhexidina, yodopovidona o povidona yodada.
También que este incluya material de curación como gasa, apósitos, vendas de diversos tamaños, esparadropo, tijeras, pinzas, benditas y parches, y algunos medicamentos que no son necesarios pero ayudarán; pueden ser analgésicos, antiinflamatorios, crema para quemaduras y crema para picaduras.
En caso de que una herida grande o profunda se infecte, lo más recomendable es acudir al médico, antes de que se convierta en un problema grave.