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Dos ferias otra vez, ¿en serio?

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Dos ferias otra vez, ¿en serio?

Dos ferias otra vez, ¿en serio?

IVÁN SOTO HERNÁNDEZ

Diferentes indicadores de medición, estadísticos y de percepción ubican a Durango en una situación económica muy complicada en este momento. Y no es casualidad: ya son varios semestres sufriendo esa dura realidad que parece no tocar fondo entre los duranguenses.

No solo por la falta de empleos y los bajos sueldos, sino porque a nivel del bolsillo la gente vive una aguda crisis de circulante que por supuesto afecta a sus familias, situación que ya está desesperando bastante, y es un agobio que lamentablemente se expresa de muchas maneras, una de ellas es el repunte de delitos patrimoniales como el robo.

Ese es el contexto social y económico en el que se da de nueva cuenta la difusión mediática acerca de si Durango debe o no tener dos Ferias o eventualidades de fiesta tan seguidas una de la otea, una organizada por la Presidencia Municipal y la otra por el Gobierno del Estado.

El Alcalde suplente, Alfredo Herrera Duenweg, ha dicho que el Municipio sí organizará por segundo año consecutivo la Feria de Aniversario de la Fundación de la Ciudad de Durango, la cual iniciará 15 días antes del festejo, que es el 8 de julio, es decir, habrá de empezar aproximadamente el 23 de junio.

Por su parte el Estado va por su carril ordinario de organizar la Feria Nacional Durango 2018, y para ello incluso ha lanzado anzuelos para ver qué artista fuerte sería el más atractivo para el público duranguense, poniendo a votación los nombres de Enrique Iglesias o Luis Miguel como posible oferta inaugural.

Este año hay un factor adicional que debe estar en el análisis de las dos ferias, y es el tema político-electoral, ya que en la era de los gobiernos del PRI quedó evidenciado en más de una ocasión el intento de usufructo electoral de la Feria organizada por la Fenadu. Y eso hace sospechar que en la era del cambio se tenga la misma aspiración de influir con la fiesta en la decisión que tome la gente en las urnas.

Y es que, en tiempos priistas, regularmente el calendario de la Fenadu iniciaba entre mediados y finales de julio y terminaba casi siempre en agosto, pero en año de elecciones extrañamente se adelantaba lo suficiente como para mantener un ambiente festivo y de mejor humor social el día de la jornada electoral.

Ahora, probablemente no se adelante la Fenadu como lo hacían los gobernantes emanados del PRI, pero habrá dos ferias en la capital duranguense por segundo año consecutivo, pese al reclamo casi generalizado de la sociedad civil exigiendo a los gobernantes que no despilfarren de esa manera el dinero que es de todos.

Hace un año surgió la iniciativa de que el Gobierno Municipal de Durango, en apego a su autonomía hiciera lucir la fundación de la ciudad como es debido. Y tiene razón esa postura, ya que en el pasado sistema político los gobernantes borraron la autonomía municipal, despojaron al Ayuntamiento de su facultad para organizar la feria fundacional, luego la cambiaron de fecha y se olvidaron por completo la razón de ser de la Fenadu.

El Municipio en torno a la Feria Nacional de cada año pasó de organizador a chalán. No tenía poder de decisión en nada sobre la Feria, pero sí limpiaba sus instalaciones, las cuidaba con personal de seguridad, montaba operativos viales, de inspección municipal, revisiones de salud, brigadas de protección civil, etcétera, y todo a cambio de nada. El lucimiento era para todos, menos para el Alcalde, regidores o directores.

Por eso creo que en el fondo la intención de hacer una feria paralela hace un año era muy buena, porque por primera vez en mucho tiempo se hacía notar que el Presidente Municipal no era un empleado más del gabinete del Gobernador. Eso estuvo bien, aunque tuvo sus costos para ambos.

Sin embargo, en lo que muchos no están de acuerdo es que hayan transcurrido 12 meses y no se haya dialogado lo suficiente como para ponerse de acuerdo Municipio y Estado, Estado y Municipio, para que el arrebato del año pasado no volviera a suceder, en el sentido de que el lastimado bolsillo duranguense tenga que financiar un nuevo duelo de vanidades.

Hoy son candidatas o candidatos varios de los personajes, tanto panistas o perredistas, que en su momento exigían al Estado la devolución de facultades y autonomía al Municipio para organizar la Feria de Durango. Hoy esos personajes tienen más poder que antes, cuando eran parte de la oposición, pues ahora son gobierno.

Sin embargo, se hacen que la Virgen les habla y ninguno interviene para frenar el dispendio excesivo que implica tanta fiesta. Nadie ve una situación de crisis económica que hace totalmente innecesario que los ciudadanos de Durango tengan casi un mes y medio continuo de pachanga, mientras hay tantas necesidades en el entorno de la gente.

Estamos a unas cuantas semanas de que los gobiernos de la alternancia festejen el segundo aniversario de su triunfo en las urnas en julio de 2016. Pero, lo preocupante es llegar a dos años de sus mandatos y seguir viviendo una crisis asfixiante en el bolsillo familiar, palpar muy pocos resultados tangibles del cambio y sustentar el buen humor solo con fiesta.

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Escrito en: ComuniK2 Feria, Durango, Municipio, crisis

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