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Otro repunte en el ciclo de las violencias

DAVID PÉREZ

DAVID PÉREZ

El año pasado y lo que va de este presentan un repunte en los índices de violencia en México. Desde el año 2011 no se vivía un año con tantos incidentes violentos hasta 2017. Este repunte es documentado en el "Índice de Paz en México 2018" elaborado por el Institute for Economics & Peace. Dicho informe fue presentado este abril pasado, en él se evalúa algunos índices de violencia, paz negativa y paz positiva en el escenario nacional acontecidos en el año pasado.

Una de las características del repunte de violencia del 2017 es que a las violencias que se ejercen en el contexto de los crímenes de la delincuencia organizada, se añade la actuación violenta de otros actores que actúan con violencia a causa de la debilidad del Estado mexicano. Este es un fenómeno común en países que prolongan los procesos de violencia. Con el paso del tiempo aparecen nuevos actores que aprovechan los vacíos de poder que se generan en una sociedad con fisuras, o que se agregan en distintos niveles de las pirámides de poder de facto que se dan en los territorios donde grupos armados ilegales ejercen control.

Para el Índice de Paz en México 2018 el mayor reto para el país en materia de seguridad es contener y desmantelar a las organizaciones criminales. Esta afirmación es realizada a partir de los análisis de las causas de las violencias. En la mayoría de las incidencias se acusa que las violencias son originadas por el enfrentamiento entre grupos de delincuencia organizada ilegales. Un enfoque poco revisado en el caso mexicano es sobre la pregunta de qué proceso o qué actores concretos provocaron el enfrentamiento armando entre bandas criminales, o quién resulta beneficiado con una prolongación en el tiempo de enfrentamiento entre criminales.

La guerra entre bandas criminales tiene una dinámica particular. Los actores directos de la violencia cambian constantemente. Ya sea porque son capturados, extraditados, traicionados, relevados o asesinados, este tipo de actores en su gran mayoría no perdura. Sin embargo, los actores que tienen que ver con las estructuras estatales, por el contrario, sí permanecen durante los periodos de violencias. Mientras la sociedad civil sigue sufriendo con la pérdida de víctimas, y las bandas criminales realizan recambio en sus filas, un grupo que representa el poder formal del Estado, permanece allí, diciendo que combate la violencia y el narcotráfico.

Un Estado que inspira desconfianza. Al ser la confianza es uno de los elementos básicos para la construcción de la sociedad y sus instituciones, se hace sumamente necesaria en los momentos en que la legitimidad de un Estado es cuestionada. Sin embargo, el índice al que se hace referencia reporta que durante el año pasado aumentó la percepción en México de tener un débil Estado de derecho, de contar con altos niveles de impunidad, un pobre funcionamiento del gobierno, mal desempeño en el combate a la corrupción y altas coacciones al libre flujo de información. La relación entre estos elementos es clave para entender el repunte de violencia.

El índice tiene la virtud de explicar de forma sencilla la implicación de los elementos antes mencionados: "La relación recíproca entre confianza y violencia es un ejemplo sencillo de los tipos de ciclos de retroalimentación que surgen entre diferentes aspectos de la Paz Negativa y la Paz Positiva. La violencia debilita la confianza, en tanto que el deterioro en la confianza puede también contribuir a la violencia. Si los delitos no se sancionan, la confianza de los ciudadanos en el gobierno decae. En este contexto algunas personas aprovechan las altas tasas de impunidad para cometer actos violentos". Entiéndase por actos violentos no solamente los delitos del crimen organizado ilegal, sino también los que cometen la organización legal del Estado en sus múltiples instituciones, por ejemplo, las instituciones que se encargan de organizar elecciones.

Es difícil aceptar como una casualidad que tanto el año 2011 como el 2017 fueron años en los que se realiza el "ensayo" general previo a las elecciones federales. De las elecciones pasadas, los casos de Coahuila y Estado de México son un buen ejemplo de pérdida de confianza que puede generar que otros actores violentos aparezcan en el escenario social. Según las cifras que se contabilizan en lo que va del 2018, bajó una lógica de proyección de números, es muy probable que este año tenga un mayor número de hechos violentos. Los datos que ofrece el Índice de Paz México 2018 sirven para preguntarse desde dónde se está generando la violencia en México. Con base a los datos que ofrece se puede realizar la pregunta si son realmente las bandas de narcotráfico de drogas ilegales las que provocan de origen las diferentes violencias en México.

Twitter: @davidsecular

Escrito en: DAVID PÉREZ violencia, actores, Estado, México

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