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Margarita revitaliza la contienda

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Se fue Margarita Zavala Gómez del Campo. El miércoles pasado por la mañana durante la grabación de un programa de televisión, la ahora ex candidata presidencial independiente anunciaba que declinaba seguir en la contienda electoral.

No pasaron muchas horas para que la información se conociera públicamente. El periodista Joaquín López Dóriga, participante en el programa lo dio a conocer a través de las redes sociales. Momentos después la propia ex primera dama lo hacía oficial.

¿Cuáles fueron las causas de esta declinación? La parte formal es que ella que se dice profunda demócrata, informa que se hace a un lado por un tema de congruencia al aceptar que no tenía opción alguna para ganar la elección, por ello le pedía a sus simpatizantes que se sintiesen con la libertad absoluta de votar por quien quisieran.

Tal argumento parece incontroversial, Zavala estaba en un lejanísimo lugar en las encuestas, lo que como ella misma al final aceptó, no tenía ninguna oportunidad de triunfo.

El problema es que desde que renunció al PAN ella no tenía probabilidad de triunfo alguno, pero eso en ese entonces no le fue suficiente y se creyó el canto de las sirenas al pensar que las encuestas de hace años la ubicaban si hubiese sido la candidata del Acción Nacional, por arriba del hoy puntero Andrés Manuel López Obrador, y por ello podría perseguir el sueño de ser presidenta de México por la vía independiente. Tan fue así que siquiera se atrevió a desafiar a Ricardo Anaya dentro de su propio partido para pelear por la propia candidatura, en primer lugar por su ex partido había sido cooptado por el propio Anaya y hubiese sido derrotada en una contienda interna; ella sabía que quedaba irse por la libre.

El caso del otro independiente Jaime Rodríguez "El Bronco" es similar. Tampoco el gobernador de Nuevo León con licencia tiene posibilidad alguna de triunfo, pero a diferencia de la esposa del ex presidente Felipe Calderón quien por ahora está destinada a la banca junto con el Calderonismo todo, El Bronco cuando termine su participación el domingo primero de julio por la noche; a los días volverá a ocupar la sillota que significa la titularidad del poder ejecutivo de ese estado tan próspero por poco más de tres años.

Está claro entonces que los cálculos de doña Margarita no le funcionaron y con inteligencia simplemente se ha retirado de la carrera, misma a la que con su partida le ha dado un poco más de interés y máxime estando a unos días del segundo debate, donde habrá nueva circunstancia a considerar.

El más importante de ellos es que conforme se está acercando el día de los comicios, la polarización se está haciendo cada vez más evidente y tal vez eso perfile al final una elección de dos.

En igual manera se está cristalizando el verdadero perfil del candidato líder en las encuestas Andrés Manuel López Obrador, que sabedor que los estudios de opinión le dan cómoda ventaja todavía, ha abandonado su postura de conciliador y vuelto a mostrar su convicción de que se debe gobernar con posturas estatistas, proponiendo políticas que cancelen la cultura del esfuerzo y privilegien derechos iguales a buenos y malos estudiantes; a buenos y malos maestros; abriendo la posibilidad para que la CNTE recupere todos sus privilegios. Igualmente, en el plano económico López ha roto con el empresariado tildando a muchos de ellos como corruptos pero desdeñando que el natural círculo de la economía que supone la inversión productiva genera empleos, y éstos son la única vía para una prosperidad perdurable de la población toda. Claro que es menester que exista un verdadero estado de derecho para que la sociedad pueda obtener el bien común a través de un sistema donde impere la justicia, y es cierto que ni el PRI ni el PAN cuando tuvo la oportunidad lo hicieron, ahí es donde radica la fuerza del Peje, pero eso es otra cosa.

Con Margarita fuera de la competencia, y con un Ricardo Anaya como opción natural para captar los votos que ha soltado la candidata, más sus dotes de oratoria con oportunidades de ataque hacia quien en últimas semanas ha despreciado a la Iniciativa Privada, es posible que la elección no esté tan decidida como se podía pensar. Habrá que ver qué marcan las encuestas luego del debate. Quizá en un par de semanas de no cerrarse la brecha entre el primero y el segundo, la cosa estará decidida antes de tiempo y el primero de julio sería un mero trámite para hacer presidente electo a López Obrador. Pero la salida de Margarita revitaliza la contienda.

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