Shane Vieau se confiesa
Durante el penúltimo día de actividades del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango, el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Juárez del Estado de Durango (Ujed) abrió sus puertas al recién ganador del Óscar a mejor diseño de producción, Shane Vieau.
El decorador de sets canadiense se reunó con un numeroso grupo de amantes del cine, en su mayoría jóvenes, para compartir parte de su trabajo en ‘La Forma del Agua’, elegida por la Academia de Hollywood como la mejor película de la 90° gala.
Pero no fue el único proyecto a analizar. Shane también habló de las complicaciones, satisfacciones y traumas que le dejaron otros proyectos como ‘Big Eyes’ de Tim Burton, ‘Spotlight’ de Tom McCarthy y ‘El imaginario del doctor Parnassus’, de Terry Gilliam.
Cerca de las 13:00 horas comenzó la plática. Luego de explicar cuál es exactamente el trabajo de un decorador de arte recordó con cariño lo hecho mientras filmaban ‘Big Eyes’, una de sus cintas favoritas junto a ‘La forma del agua’ de Guillermo del Toro.
Aprovechó para explicar que esas dos películas fueron difíciles, pero “mágicas”, pues le permitieron aportar más al tener que crear desde cero, a diferencia de otros filmes como ‘Spotlight’ en la que tuvo que recrear un lugar ya existente.
El público interactuó. Lo cuestionaron sobre los errores que ha cometido a lo largo de su carrera.
“Cuando comienzas cometes muchos errores. El reto es que cada vez que haces algo mal debes remediarlo y mejorarlo. Es tan simple como eso, analizar tu trabajo y mejorarlo. Cuando empiezas a procesarlo debes jubilarte”, respondió.
Se inició en el cine cuando tenía 30 años. Su primer acercamiento fue para un comercial que grabaron un fin de semana. Ahí supo que no podía alejarse de ese medio y así forjó su camino, un trayecto que lo llevó a recibir un Óscar hace dos meses por mejor diseño de producción y un Bafta en la misma categoría. Se dijo honrado por haber recibido ambos galardones, los más importantes que alguien de su área puede ganar. La experiencia la definió como “surreal” y ahora tiene que ver hacia dónde va.
“Duermo con mi Óscar todas las noches”, bromeó.
Habló de la relación del cine con la economía. Se mostró decepcionado porque “las únicas películas que hacen dinero son las de superhéroes y ya no se trata de películas de autor sino de blockbusters”, lo que ocasiona que los grandes estudios se coman a los más pequeños.
La tecnología, las pantallas verdes, la mente y mexicaneidad de Guillermo del Toro, así como la arquitectura de Durango fueron otro de los temas.
No sueña con ser director ni diseñador de producción, es feliz donde se encuentra y con ese ánimo se alista para su próximo proyecto al lado de Andrés Muschietti, director del thriller ‘Mama’.