PIL, condenado al fracaso: ladrilleros
El Parque Industrial Ladrillero (PIL) fue un proyecto que desde su origen fue pensado sólo para retirar los obradores de la mancha urbana, pero nunca pensaron en el impacto social hacia las familias que dependen de esta actividad; por eso está condenado al fracaso, aseguró Miguel Ángel Molina Vela, secretario general de la Unión de Ladrilleros Independientes AC.
Aseveró que alrededor de dos mil personas dependen actualmente de esta actividad y son a quienes tendrían que convencer y trasladarlas para el PIL, en donde no se tienen las condiciones dignas para vivir.
IMPACTO SOCIAL
El PIL está muy lejos de la ciudad, no hay medio de transporte regular; familias tienen hijos que deben acudir a escuela.
Ahora bien, dijo, si se lograran reubicar a las 210 ladrilleras que quedan, “imagínense trabajando a todas juntas, la humareda para nosotros y para la gente de los poblados cercanos”.
“Al gobierno se le hizo fácil cambiar al dueño del obrador, pero el dueño necesita los que le hacen el ladrillo: los que le acarrean la tierra, los que le echan la leña, son como 10 personas, aparte la familia”, expresó.
NADA DIGNO
Ahora tampoco hay nada, sólo construyeron entre 20 a 30 casas, insuficientes para las dos mil personas. Además, están ocupadas en su mayoría por vecinos de Pino Suárez y El Manzanal. Sólo viven 30 familias dependientes de las ladrilleras, unas se mantienen sólo por temporadas. El PIL es un “elefante blanco”, dijo.
Si bien consideró que los eficientadores entregados en la actual administración han sido muy útiles para disminuir la contaminación, Molina Vela asegura que se debe apostarle más a la reubicación del Parque Industrial Ladrillero.
En ese sentido, aseveró que la Unión de Ladrilleros hizo varias propuestas al Municipio, una de ellas es un terreno de 20 hectáreas, por el libramiento de carretera México y al Mezquital, cerca del poblado Gabino Santillán. Es viable, la gente lo ve con buenos ojos, está más cercano, hay rutas de transporte, lo que no ocurre en el PIL.