Durango

Frazada y memoria del migrante

Un cobertor para la ausencia definitiva

Frazada y memoria del migrante

Frazada y memoria del migrante

Redacción S. N.

Cada obra representa las muertes ocurridas en un año, esto desde que, en el 2000, las autoridades empezaron a documentar los nombres de los migrantes fallecidos.

El Migrant Quilt Project o MQP (Proyecto de Colcha Migrante) es una idea impulsada por Jody Ipsen. Es un esfuerzo comunitario, para el que han sido reclutados diseñadores, artistas y activistas. Expresan, a través de materiales reciclados que se convierten en símbolos con memoria propia, una compasión por quienes salieron de México y Centroamérica a morir en Arizona, de camino hacia una mejor vida para ellos y sus familias.

Ipsen promovió el acopio de cosas que los migrantes se dejaron en estaciones migratorias en rutas establecidas en el desierto de Sonora. Le llamó la atención el aumento en el número de fallecidos en su intento de vencer a la naturaleza inhóspita. Entre 2004 y 2005 murieron 282 migrantes en el sector de Tucson.

La segunda parte de su plan consistió en hacer un intento por visibilizar la trágica pérdida de vidas a partir de las prendas, latas, botellas de agua y demás cosas que dejaron atrás los inmigrantes. Al principio, reciclaron algunos de los artículos, la ropa sucia la desecharon. No obstante, a Jodi se le ocurrió que podía usarla para confeccionar edredones que comunicaran la realidad de las muertes de migrantes.

Los diseñadores y artistas que acceden a colaborar con el proyecto crean colchas a partir de los pantalones de mezclilla, las camisetas de trabajo, las prensas abandonadas por personas que arriesgaron su vida, y acaso la perdieron, en busca de progreso.

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Tucson Sector 2000-2001, 136 muertes (detalle). Foto: Migrant Quilt Project

REGISTRO

Cada obra representa las muertes ocurridas en un año, esto desde que, en el 2000, las autoridades empezaron a documentar los nombres de los migrantes fallecidos. En varios casos se utiliza la denominación de “desconocido” para los difuntos que no fueron identificados.

Las colchas migrantes pues, llevan consigo las historias de aquellos que murieron. Quienes las observan, esperan los promotores de la idea, quizá puedan comprender a través de ellas los resultados de aplicar políticas contrarias a la solidaridad humada como el TLC, el CAFTA (el acuerdo comercial de Estados Unidos con Centroamérica) o los operativos fronterizos Gatekeeper, Safeguard y Hold the Line.

En la justificación del MQP señalan que mientras la migración hacia Estados Unidos desde el sur ha disminuido en los últimos años, las muertes siguen ocurriendo porque los llegados del sur son forzados a cruzar la frontera por las zonas más remotas y peligrosas.

La esperanza de los impulsores de este esfuerzo textil es que ver estas obras inspire a revisar las medidas en torno a seres humanos que están tomando riesgos extremos, incluso fatales, para acceder a mejores condiciones de vida, y que la gente se sume a promover cambios humanitarios en las políticas relacionadas con la migración.

Betty Kersting diseñó el primer edredón. Ella afirma que “Cada nombre que bordaba, cada milagro colocado en un nombre, cada rosa dedicada al Templo de la Virgen de Guadalupe me llamaba a llorar la pérdida de vidas preciosas”.

En su pieza utilizó telas con temas mexicanos y artículos religiosos que son tradicionales en México, Guatemala, Honduras, y otros sitios donde los inmigrantes comienzan su peligroso viaje, dejando atrás familias, llenos de esperanzas y sueños para el futuro.

OPORTUNO

El pasado primero de mayo fue inaugurada, en el Museo del Edredón de Nueva Inglaterra, en Lowell, Massachusetts, la exposición Más allá del muro fronterizo: el Proyecto de Colcha Migrante, en medio de un debate en la Unión Americana sobre la política de inmigración.

Las diecisiete obras que al día de hoy se han elaborado estarán expuestas en ese recinto hasta el próximo 15 de junio. De ahí se mudarán a la Biblioteca del Distrito Loutit, en Grand Haven, Michigan, esto en agosto próximo.

Un objetivo de la exposición es impulsar el debate sobre la inmigración, llevarlo más allá de las estadísticas y los cálculos políticas para poner la mira pública en el suplicio de los individuos.

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Tucson Sector 2001-2002, 163 muertes. Foto: Migrant Quilt Project

"Mi esperanza es mostrar la enormidad de esta crisis humanitaria”, aseguró. "No pienso que la gente entienda. Quiero que la gente mire estos edredones y se sienta movida para actuar y apoyar una reforma humanitaria de la inmigración.”

El MQP nació un día que Ipsen acampaba en el desierto en Arizona con un amigo. Hallaron una estación de paso para inmigrantes que habían cruzado la frontera. El desierto estaba cubierto con su basura: botellas, pañales, productos de higiene personal y ropa.

En primer lugar, se sintió horrorizada por la forma en que habían profanado al desierto. No obstante, indica que sintió curiosa: ¿Qué cosa lleva a la gente a cruzar un desierto peligroso, a ponerse a merced de contrabandistas de personas, para venir a Estados Unidos?

"Es algo implacable allí en el desierto””, dijo.

Inspirada por el Edredón Memorial del SIDA, Ipsen comenzó a colectar las ropas abandonadas y reclutó a artistas textiles.

Son 17 en total las colchas elaboradas hasta este año. Cada pieza tiene un diseño diferente y sus tamaños varían. También comparten algunos elementos en común: todos llevan los nombres de las personas que murieron en el desierto ese año. Las defunciones van desde 122 a 282 por año.

Buena parte de los edredones está cubierta con imágenes religiosas y culturales, flores y calaveras. El edredón del 2009-2010 se asemeja a la bandera estadounidense. Los nombres de los inmigrantes que murieron en el desierto están escritos en franjas blancas y en lugar de las estrellas blancas en un fondo azul, la esquina superior izquierda es un camino desierto, desaparece en la distancia bajo un cielo estrellado.

Los edredones han sido usados en la historia a la hora de expresar ideas políticas y sociales, dijo Nora Burchfield, directora del museo. Se han creado artículos de este tipo para el abolicionismo, el movimiento ambiental y, más recientemente, en respuesta a la violencia con armas de fuego.

Una de las diseñadoras de edredones migrantes, Jennifer Eschedor, hizo una pieza llena de calaveras. Señala que si bien la obra es menos creativa y un tanto monotona, a cambio es más precisa, ya que representa la realidad de una situación muy mala.

Escrito en: desierto, edredones, migrantes, muertes

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