Editoriales

¿Populismo en todos los frentes?

Metáfora ciudadana

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.

El 29 de junio de 2016 en la cumbre de líderes de América del Norte, Ottawa, Canadá. Enrique Peña Nieto se atrevió a "advertir" sobre los riesgos del populismo. El jefe de estado más despreciado por los grandes estadistas, producto de sus colosales errores como cambiar de nombre al presidente de China, o de país al de Uruguay entre otras burdas maniobras de comunicarse en inglés; enfrentaba al presidente norteamericano, quien irónicamente le replicó: "Yo soy populista... ser populista es luchar por la justicia"; además, Barak Obama aconsejó: "hay que ser cuidadoso al utilizar esa etiqueta... Los líderes que recurren al populismo y la demagogia venden soluciones fáciles a los problemas del mundo..."

Buscando conceptos políticos del populismo, encontramos patrones claros: un gobierno, partido o líder populista, ofrendan soluciones atractivas para el pueblo, manipulan sus necesidades esenciales de manera demagógica, (demagogia y populismo son gemelos) y éstas propuestas suenan convincentes, aunque sean falsas y nunca resuelvan problemas reales. El populismo es atemporal; se inserta lo mismo en la izquierda que en la derecha o centro; en la democracia o en la dictadura. Es una política propagandística que busca descollar al líder, destacando lo que el pueblo quiere escuchar. Lo más connotado del populismo es la ofensa altanera al contrincante llamándolo "populista" y escondiendo, con poco éxito, su inclinación al mismo rumbo. Negación nada efectiva para él o sus sucedáneos, trátese incluso de empresarios e intelectuales.

El líder populista siempre se presenta rodeado del pueblo, necesita ser aclamado, su imagen personal sobresale fulgurante, idealizándolo como salvador del pueblo. Promete mucho, pero sobretodo, es terriblemente mentiroso y embaucador. Es patriotero; critica al contrincante como traidor y enemigo del progreso; busca el máximo control de los medios de comunicación y atribuye a los oponentes todos los males del país, presentes y futuros. Cuando le falla al populista todo lo anterior, grita que le reconozcan los prodigios que ha generado; reclama crean en él y se desgarra las vestiduras cuando se le critica con la dura realidad que todos ven, menos él.

2012, en campaña, el actual presidente se promocionó con: "Te lo firmo y te lo cumplo"; comprometiéndose con 266 proyectos. Como buen populista, poco cumplió: Crear un sistema de seguridad social universal; Erradicar la pobreza alimentaria; implementar un seguro de desempleo; pensión universal para adultos mayores; bajar el precio a combustibles; incrementar apoyos al campo y la producción agropecuaria. No más alzas en precios de la canasta básica. Eliminación de 100 diputados y 32 senadores; un "retórico paraíso". En España, Guatemala, Brasil lo hubieran encarcelado, aquí se le permite buscar dejarnos una marioneta igual de populista con propuestas prácticamente idénticas, incumplibles: Seguridad Social para trabajadoras del hogar; créditos a la palabra para mujeres quienes ganarán el mismo salario que los hombres. Pasar de 25 mil a 100 mil escuelas de tiempo completo; apoyo para que los jóvenes puedan estudiar y trabajar; más y mejores fuentes de trabajo. Asegurar que todos puedan elegir el hospital público de su conveniencia, equipados al 100 por ciento; al nacer todos tendrán garantizados el derecho a la salud...

Ricardo Anaya: pareciera no populista, sólo reciclador de ideas populistas de otros candidatos: Con 87 años de retraso: "a trabajo igual, salario igual" contenido en artículo 86 LFT. Salario mínimo de cien pesos. Apoyo a madres de familia; Fondo Único para Salud; programas de consulta y hospitalización a domicilio (¿). Salud desde la gestación "Mil días a favor de la infancia"... pero sus presunciones musicales y ecuestres; sus infinitas imprecisiones y alteración de documentos, son populistas, no maravillosas.

AMLO un cíclope populista; la mayoría de sus propuestas en ese sentido han sido dura y certeramente criticadas; como ya son muy conocidas, no requieren reiteración. Sólo mencionaré un ejemplo muy repetido; esta semana en multitudinario mitin en Atlacomulco, la tierra del poder prinosáurico, exageró los sueldos de los altos funcionarios públicos y ofreció bajarse el suyo a la mitad, elevando el de los que menos ganan. En tanto, la presidenta de su partido negocia con los otros populistas, oscuros acuerdos contra la ciudadanía. Así o más claro.

El populismo que ha sentados sus reales en México, ha enturbiado la perspicacia de algunos capitanes de empresa quienes, ilegal y antiéticamente, se dirigen directamente a sus más humildes trabajadores y, entre veladas amenazas disfrazadas de invitación a reflexionar el voto, les restriegan los beneficios de trabajar en esa empresa. ¿Son acaso tontos sus empleados? ¿Qué no han sufrido por años esa diferencia abismal entre los beneficios de los altos ejecutivos y sus menguados ingresos? Ahora, con aversiones políticas quieren que "racionalicen" votar por quienes ellos temen. Cuando saltan al pantano popular, lo hacen con sofisticados medios desde su torre de marfil en un claro divorcio social y obligados por su rompimiento con el ejecutivo federal, quien no se plegó a sus deseos. ¿Cuándo antes se ensuciaron las manos en ir a saludar personalmente a cada obrero o doméstica?

La amnistía es en sí, "populismo"; el PRI la ha jugado muy bien; AMLO es un simple copión, miles y miles de delincuentes andan libres por las calles cometiendo atrocidades; circulan por las ciudades millones de automóviles ilegales, algunos robados; la autoridad no encuentra delito alguno. El PRI ya amnistió, populistamente, millones de delincuentes.

Existen muchos pesimistas de esta elección, reflexionen: Es muy fácil derrotar al populismo; impedir que destruya México, construyamos un país para todos, exijamos que los funcionarios públicos no nos saqueen. No aprovechemos las "oportunidades" que ofrece Hacienda, paguemos lo que corresponde. Vigilemos que se apliquen bien los recursos del país, cero fraudes en NAICM, estafas maestras y socavones. Ahora es la gran oportunidad de no dar argumentos a los populistas. Que esta elección sea el parteaguas del compromiso de todos para bien de todos. El populismo se combate con acciones ciudadanas propositivas, no con memes, el "petate del muerto" y/o lamentaciones.

Escrito en: Metáfora ciudadana populismo, todos, populista, mismo

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