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¿Y la contaminación en Durango? Bien gracias

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¿Y la contaminación en Durango? Bien gracias

¿Y la contaminación en Durango? Bien gracias

JORGE PÉREZ ARELLANO

Quienes vivimos en la capital de Durango sabemos que a determinadas horas y en determinados lugares, la contaminación ambiental es un tema que ya tiene tintes de alarmante. Y no, no es exageración, basta con fijarnos bien en nuestro entorno diario para darse cuenta.

La zona oriente de la ciudad es el mejor ejemplo. Plagada de ladrilleras que se burlan en la cara de las autoridades, las desafían, las estafan y siguen contaminando. ¿Por qué digo estafar? Porque se ha comprobado que las recientes administraciones municipales se les han pagado para su desaparición y/o reubicación, y al corto tiempo ya están operando en otro lugar. Es decir, hasta beneficiados han resultado.

Los problemas de salud (alergias, enfermedades respiratorias, daños en la piel, asma, etc) de los miles de habitantes de esa zona son un indicativo real de los daños a la salud que causan, y ni así se ha logrado un avance significativo para erradicar el problema.

Pero no solo son las ladrilleras. En el norte de la ciudad, a la salida de la carretera a Parral, todos los días amanece bajo un manto de espesa contaminación. Algunas empresas instaladas en esa zona emiten humos contaminantes que convierten esa zona en un triste panorama. Una triste bienvenida a Durango.

¿Y qué me dicen de los vehículos particulares, autobuses del transporte público o camiones sindicalizados? Algunos son obsoletos, emiten grandes cantidades de humo y circulan sin ninguna restricción por las calles de la ciudad. A casi todos no han tocado ir atrás de ellos, o verlos pasar en la calle, teniendo que aguantar la respiración para no "fumar" ese humo negro. Pero tampoco pasa nada.

Y ya ni hablamos de los tiraderos de escombro clandestinos, de los basureros al aire libre, de la contaminación de ríos, de tirar la basura en la calle, de deshacernos de los desechos electrónicos sin cuidado alguno, de desperdiciar el agua o de cortar los pocos árboles que hay. ¿Y luego nos quejamos de las altas temperaturas?

Esta ola de calor inusual que vive Durango nos ha permitido -o al menos eso espero- darnos cuenta de que no podemos seguir indiferentes ante el serio problema de contaminación que vivimos en Durango desde hace varios años. ¿De verdad seguimos creyendo que no nos afecta el cambio climático?, ¿queremos seguir con clima extremo y en aumento cada año?

Es una realidad que en Durango hace mucho que las "autoridades ambientales", (sí, entre comillas las dos palabras), han sido un elefante blanco, unas oficinas inoperantes y costosas donde se acomoda a mayoría de perfiles por favores políticos y no a verdaderos especialistas en el tema.

Hablar de la inservible Dirección Municipal de Medio Ambiente, de la burócrata Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente y de la inexistente Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, es hablar de más pretextos que soluciones. Pero también tenemos que hablar de la complicidad de los ciudadanos que no hemos alzado la voz, exigido y actuado en el problema que vivimos.

¿Qué más tenemos que esperar para hacer algo al respecto? Seguramente en un año las temperaturas serán de más de 40 grados, habrá más escasez de agua, más enfermedades respiratorias y seguiremos quejándonos nada más.

Hoy podemos empezar a marcar diferencia: usemos más la bicicleta y menos el auto, cuidemos el agua, reciclemos la basura, no tiremos la basura en la calle y sembremos un árbol. Seguro que si todos empezamos por uno mismo, pondremos nuestro granito de arena... ¿o usted qué opina?

Twitter: @jperezarellano

Escrito en: Sin Restricciones zona, Durango, contaminación, todos

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