Variaciones opus 33 sobre el tema de Don Juan
Al salir de la misa del alba doña Inés se topó con Don Juan en el atrio del templo. Le preguntó:
-¿Eres tú?
-Sí -respondió con una sonrisa triste el sevillano-. Creo que todavía soy yo.
-¡Cómo has cambiado! -se le escapó decir a doña Inés.
Replicó Don Juan:
-En cambio tú no has cambiado nada. Sigues igual de bella y de gentil. Al verte me parece ver a aquella hermosísima doncella de la que me prendé en los años de la juventud. El tiempo no te ha tocado. Se detuvo en tu presencia, respetuoso. Eres la misma de antes. Serás la misma siempre. Te miro y vuelvo a enamorarme de ti.
Doña Inés suspiró y dijo:
-Me equivoqué al decir lo que te dije. Tú tampoco has cambiado.
¡Hasta mañana!...