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ARMANDO FUENTES AGUIRRE

ARMANDO FUENTES AGUIRRE

Abrimos la ventana y nuestro cuarto se llena del aroma que nos da el hueledenoche.

Su perfume es más fragante que la mejor fragancia de la perfumería francesa. Aquí Coco Chanel debe quitarse el sombrero ante el perfumista Dios.

Mi señora dice que el aroma del hueledenoche es virginal.

Yo pienso -no lo digo- que es sensual. El hueledenoche huele a Las Mil y Una Noches.

¿De dónde saca su perfume esa planta tan humilde que ni siquiera protesta porque los botanistas la llaman Solanácea? No de sus flores, tan pequeñas. Quizá lo trae de otras regiones: de la Arabia feliz, posiblemente; o de la Samarcanda; o de alguna isla lejana a la que nunca ningún barco llegó.

Quién sabe. El hueledenoche no lo dice. Pero su fragancia nos aroma el alma y hace de nuestro cuerpo un pomo de perfume. Que el hueledenoche viva muchos días.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador hueledenoche, aroma, perfume, fragancia

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