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Privatizar el agua

SERGIO SARMIENTO

SERGIO SARMIENTO
"Lo que es de todos #no es de nadie." — Popular

El World Wildlife Fund, la mayor organización independiente de conservación del ambiente en el planeta, asesoró al gobierno mexicano en la detección de las cuencas y en las medidas para preservarlas. La institución afirma que las reservas de agua "no representan de ninguna manera la privatización del recurso, ni la extinción de ningún derecho al uso de agua vigente. Por el contrario, establecen claramente volúmenes de agua que deberán quedar intactos para la biodiversidad". Pero estamos viviendo tiempos políticos. Por eso Andrés Manuel López Obrador ha prometido: "Ese decreto que acaban de firmar para privatizar el agua va para atrás."

Relájense. Esta vez no aprovecharon el partido de México para privatizar nada. Los memes de burla con este mensaje menudearon durante el partido México-Corea del sur ante la campaña de algunos grupos que afirmaron que el presidente Enrique Peña Nieto había aprovechado el juego de la selección con Alemania para privatizar el agua.

Sin embargo, el 17 de junio no hubo ninguna actividad del presidente, ni sesión en el Congreso, ni se emitió ningún ordenamiento legal. No es tan raro como parece: era domingo. Lo que sí ocurrió, pero el martes 5 de junio, el Día del Medio Ambiente, fue la firma por el presidente de 10 decretos para cambiar de veda a reserva el régimen de 300 cuencas hidrológicas del país.

¿Privatizaron el agua estos decretos? No. El artículo 27 de la Constitución establece que "La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada." Es una disposición lamentable, que otorga la propiedad original del agua y la tierra al gobierno y hace de la propiedad privada una simple concesión a los ciudadanos, lo cual ha generado inseguridad jurídica y pobreza; pero es parte de la Constitución.

Sería maravilloso que el presidente aprovechara algún partido de futbol para cambiar esa redacción, pero no lo puede hacer. Para eliminar el monopolio gubernamental sobre el agua se requiere una mayoría de dos terceras partes en las dos cámaras del Congreso y una mayoría simple en la mayoría de los congresos estatales.

¿Qué significan realmente los decretos que cambian el régimen de veda a reserva de estas cuencas hidrológicas, las cuales representan el 55 por ciento de las aguas superficiales del país? Que en lugar de prohibirse el uso del agua se establece un mínimo de reserva y se permite la concesión del líquido excedente.

En realidad, la veda nunca se ha aplicado. El agua de esas cuencas se utiliza para consumo agrícola, industrial y humano, porque sería imposible dejar esos lugares sin actividad económica ni agua para beber. Los nuevos decretos establecen límites para tales usos, garantizan que se mantenga una reserva y dan seguridad jurídica al uso del agua.

El World Wildlife Fund, la mayor organización independiente de conservación del ambiente en el planeta, asesoró al gobierno mexicano en la detección de las cuencas y en las medidas para preservarlas. La institución afirma que las reservas de agua "no representan de ninguna manera la privatización del recurso, ni la extinción de ningún derecho al uso de agua vigente. Por el contrario, establecen claramente volúmenes de agua que deberán quedar intactos para la biodiversidad". Pero estamos viviendo tiempos políticos. Por eso Andrés Manuel López Obrador ha prometido: "Ese decreto que acaban de firmar para privatizar el agua va para atrás."

Yo estoy convencido que sí hay que privatizar el agua. Los recursos los cuidan mejor los dueños privados que los políticos y los burócratas. Pero si no se puede, necesitamos un plan que permita el uso racional del agua para consumo humano, agrícola, comercial e industrial y que preserve recursos para las generaciones futuras. Pretender que nadie tenga acceso al agua, excepto ejidos y comunidades indígenas, sólo profundizará la ya lacerante pobreza de nuestro país.

LO LLAMARÁN JUSTICIA

Los líderes del movimiento de Ayotzinapa y el juez David Calderón Blanc del primer distrito en procesos penales federales de Tamaulipas pronto lograrán el objetivo de liberar a todos los responsables confesos por el secuestro y homicidio de los normalistas de Ayotzinapa. Lo peor es que lo llamarán justicia.

Twitter: @SergioSarmiento

Escrito en: Jaque Mate agua, privatizar, cuencas, propiedad

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